Noviembre 2013
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Serie serigráfica de 14 láminas (seis en papel de estraza, ocho en papel cojonudo)
Ya están numeradas, firmadas y selladas.
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Podría deciros que estoy la mar de contento con el resultado de estas serigrafias, pero os mentiría. Tengo la sensación de que no he combinado bien las dos tintas, o que no he sacado suficiente partido de las posibilidades que brinda esta técnica. Además los encajes fueron en su mayoría desastrosos y tampoco ha sido un acierto el modelo elegido. Más. Es evidente que la serigrafía quedó muy oscura, demasiado, la sensación de pesadez que transmite supera a la de solidez. Pero lo pétreo es así y debo seguir la coherencia que mi propia obra exige. De todos modos la fotografía no hace justicia, y basta, que no es plan de tirar más piedras sobre mi tejado.
Lección aprendida
Lección aprendida
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