Friday, 10 March 2017

HILATURAS III (con técnicas aditivas)




Nuevamente os muestro de cómo quise salvar con hilos y técnicas aditivas una malograda estampa de fotograbado. Sucede que a la hora de empezar a investigar con planchas de fotopolímero son tantas las variables y los elementos que intervienen en el proceso que los errores son más numerosos que los aciertos. De tal modo que hay que convivir con los errores y sacarles el lado bueno, esto es, darles nuevo curso con otras técnicas.

En este caso, a parte de los cosidos,  la estampa sirve para ensayar técnicas aditivas como el carborundum y el collagraph.  Se trata de una variable del grabado en relieve que nos permite llevar a cabo texturas y gofrados con buenos resultados, o al menos interesantes. Aquí he elegido un base líquida como aglutinante del carburo de silicio en polvo, y otra pastosa, compuesta de adhesivos.  

He  querido rellenar los huecos de la letra O (que también podría ser un cero) con materia orgánica, con materia oscura, que el vacío no sea vacío, que sea losa o pozo lo que reposa en el suelo; que sea altar, puerta o monolito (1) lo que se alza en vertical. La obra puede ser una reminiscencia de Adam, del artista británico Anish Kapoor y de otras semejantes que tiene y que consisten básicamente en lo mismo: un rectángulo monocromático.  Así Adán, por mediación de los hilos se conecta a Eva, el réctangulo inferior, para formar un nuevo génesis sin bíblias de por medio.

Me interesa la obra de Kapoor por su experiencia visual, por esa inmersión en un vacío a través de esas puertas que se insertan, en mi caso, en medio de la naturaleza. Kapoor ha descrito su interés por las cavidades y los vacíos en términos de una "incertidumbre sensual", accediendo a una serie inestimable de fuerzas externas e internas, físicas e insconscientes. (2)


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1. Referencia al monolito de Arthur C. Clarke 
2. fuente: www.tate.org

Thursday, 9 March 2017

HEIZIANA (normas de convivencia)





                                                                                                                                                                                                Marzo 2017


I
La cercanía de la primavera es más que un presentimiento en días como los de ayer. No necesita constatación científica, salta a la vista. Los claveles chinos hace semanas que florecieron en el solar que hay frente a la casa del paseo Colón. Las fuerzas de la primavera eclosionan  en todo organismo vivo, y hasta la Missouri clama por desentumecer mis piernas.

Salgo al campo donde anclé el sello de mi tribu: la espiral. Cerca de allí hay otro filón de materiales, de residuos que llevo observando meses. La cercanía de la primavera me recuerda que yo, joven aprendiz de la naturaleza, debo ayudar a los vertederos a esparcir sus semillas. En este caso el trabajo me obliga a esparcir  ventanales-puertas por la llanura, como si se abriera una flor industrial, como si el residuo se convertiera en moviliario natural y tomara una dimensión artística.

II

Un eco de Michael Heizer resuena en mi sesera y en el paisaje creado, con la persistencia de una melodía pegajosa. Sus huecos rectangulares, tan precisos y pulcros (veáse Dissipate 8) guardan un extraño paralelismo con estas piezas. Se habla de la belleza de lo ausente en las obras de Heizer, de que sus excavaciones y transformaciones en el paisaje son tallas para crear obras carentes de materialidad.

Por buscar otro paralelismo al estrictamente visual, pienso que en el caso de las ventanales-puertas se hace patente otra ausencia que potencia la singularidad del lugar. Me refiero a la ausencia de la casa, de la estructura que sujetaba los elementos protagonistas. De esta manera el campo abierto se convierte en casa, en hogar. Una vez que hemos llegado hasta aquí, es fácil hacerse la idea de cómo sería una casa excavada (al modo de las iglesias de Lalibela) y tener de claraboyas estos rectángulos. Tómese esta idea como un boceto de arquitectura futura.

III

Dejo ventanales-puertas en perspectiva mirando el suelo, como bastidores que esperan la mano de la luz . Sus cristales rotos representan nuestro mundo resquebrajado que miran a la tierra - e interrogan al cielo- haciéndola partícipe de su imagen. Mirar estos cuadros supone enfrentarse a un reflejo roto y al lugar mismo.

La tierra y la hierba parecen ajenas a todo, pero en todo intervienen. Son el hermoso caos de la vida que no encuentra oposición, pese a todos los desmanes del género humano. La obra es un diálogo entre naturaleza y la humanidad -tan deshumanizada, entre el caos natural y la razón humana -tan desrazonada. La obra es un resumen de la convivencia entre contrarios, de hecho la obra se basa en ese fuerte contraste y en la perspectiva a tomar como un nuevo cántico a la tierra. 

Monday, 6 March 2017

HILATURAS II (sobre una estampa de fotograbado)



Estampa de huecograbado sobre plancha de fotopolímero cosida a mano.

*

La geometría es la guía del caos, el hermano mayor de nuestro tembloroso pulso. Con la geometría recorro el terreno baldío, lo delimito y lo registro por campos de visión. Recupero el destrozo de la mirada a simple vista, la reduzco a áreas por mediación de aristas. La geometría representa la mitad de lo que veo; la geometría es la proyección de unos ejes engranados que interconectan el caos y el orden, lo que calla y lo que habla, lo perplejo y lo resuelto. La geometría es el esqueleto de dios. 

Sunday, 5 March 2017

GRUPO DE ÉLITE (de ladrillos y estelas)






Los ladrillos recuperados del foco de un conato de incendio han servido para dar voz a este territorio baldío. En la imagen apenas se aprecia la letra I, y en paralelo otros ladrillos esperan en pie para formar  otra letra o ampliar la misma I. Y así será  -ha sido- con todo el abecedario. En un principio los ladrillos tienen la misión de construir nuestro alfabeto, como letras de imprenta sobre la plancha de esta tierra en cenizas para formar un reflejo del edificio de nuestra lengua.

Los ladrillos recuperados se han convertido en los soldados perfectos para mi plan de invasión colonial, en el grupo de élite que asalta el paisaje con las armas del land art. Rompen filas y las forman de nuevo, listas para un futuro ataque verbal, o para el nombramiento del lugar en vísperas de una revolución silenciosa. El asunto es dialogar con mi entorno, un diálogo que atiende a la razón del momento, a la estrategia secreta de un alto mando desconocido.

Por otro lado, los aviones han dibujado una gran equis en el cielo. Sin querer trazan signos primigenios en la inmensa pizarra que nos cubre. Veo signos por todas partes que me dicen que hable, que rompa el silencio de estas tierras marginadas. No son teorías de la conspiración, no son chemtrails, no son voces ultrasónicas ni fuerzas telúricas. Son los designios de un alto mando desconocido que nos quiere ofrecer una nueva lectura de este territorio, de esta visión creada, pasto hoy del fuego que callamos.

Friday, 3 March 2017

CINTA EN LA HIERBA (y otros dibujos del viento)



I

Otro día que voy al Inem, pero evitando el terruño del lobo, y me encuentro con esta cinta de papel dibujando el lienzo de lo que veo. La obra lleva la rúbrica del viento, lleva su marca, su fuerza, su vacío inmaterial poblado de porvenir. Y siento que me reconstituye, que me reafirma y refleja como ser humano frente a la intemperie del vivir.


II

Qué gran hacerdor es el azar! Cúanto capricho y acierto dispensa su mano!

*
La cinta es el trazo del viento, gira igual, se eleva igual, se comporta igual. 

*

Avanza la sierpe por las lindes de la urbe. Duerme ahora, o lo parece. 

*

Otra manera de dibujar. Coger la cinta y lanzarla al aire.

*

No toco nada, sólo disparo. No me llevo nada, sólo presto atención.

*

Para capturar al lobo hay que darle de comer.
   





FURGÓN DEL FUEGO EXTINTO

    *   cadáver carcasa esqueleto cuerpo calcinado en óxido enmohecido tejido de la ceniza abrigo del fuego consumido.   *   yelmo casaca ...