Friday, 10 December 2021

EL SILENCIO DICE LO QUE PIENSA A QUIEN PERMANECE CALLADO (aforística del mutismo)





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Ser uno mismo es callar por encima de todo.
 Y hacer lo que dicta tu silencio.

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El silencio guarda la paz de los hombres
 que piensan en ser ellos mismos. 

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No hay paz en la misión de ser uno mismo.

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Tu silencio está conectado a millones de silencios.

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El silencio es un imposible sonoro.

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El silencio grita, habla, musita, canta.


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Que el silencio guarde la ropa sucia en el viento y la centrifugue en el vasto cielo. Que el silencio desnude los corazones de los hombres que conocen el infierno. Que el silencio deshaga los remordimientos o los encarnice en versos que escupan su veneno.

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Todos sabemos que el silencio siempre ha sido de pocas palabras, que es un tipo duro con buen corazón que no deja de escribir sobre sus debilidades. De hecho, el silencio es quien espolea a la escritura, es el silencio quien guarda la contraseña de la comunicación.

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Tarea de un día de octubre: Pensar en otros silencios, en aquellos que me hablan de todo el universo y de todo lo que se acaba. 

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El silencio abarca todas las lenguas.

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El silencio es una boca cerrada que se abre hacia dentro.

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Pienso en el silencio, o ¿es él quien me piensa?

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Greguería: Trampantojo del lenguaje con lupa y silenciador.

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En el bozal duerme el perro que ladró anoche.

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Las mascarillas son las persianas de la boca. 
Las celdas, las camisas de fuerza de los labios.

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El silencio es el universo en pausa.

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El silencio fija el reglamento de la música.

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El silencio nunca dirá lo que piensa de sí mismo.

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Lo que pienso es sólo un ruido del silencio.

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El silencio es el velo ardiendo de la divinidad.


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 Mundos de silencio donde los colegas aún ríen borrachos, mundos de silencio donde las mujeres que tuve duermen agotadas y apacibles como la lluvia callada de otros mundos imposibles que estuvieron en mis manos.

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El silencio dice lo que piensa. Desde su dulce asfixia coge una cuerda con un nudo corredizo, la pasa al otro lado de la viga del corral y espera a que tomes posiciones. Ahora dile en silencio adiós a tus zapatos, y a tus pies que rompan la silla y salgan volando.


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El silencio siempre tiene la escopeta cargada.

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Un salvaje con lanza, un francotirador escondido.

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Un viejo con garrota, un cuervo muerto.

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 Tu siguiente error de cálculo y de palabra
guarda la verdad.

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 El silencio adora la música porque
 la música es la vestimenta del alma.

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 El silencio aborrece a los relojes. Devastan su imperio.

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El silencio tiene su propio reloj sincronizado con la nada.

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La nada siempre tiene escusas para romper el silencio.

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¿Y si el silencio tuviera su propia biografía?

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Biografía del silencio: la historia de un dolor sin moral.
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El silencio puede doler tanto como la palabra.

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El silencio, ese bellaco.

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El silencio, ese balazo.

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El silencio, ese sabio.

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El silencio, ese todo.

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El silencio siempre ha dado clases de elocuencia.

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Manejar el silencio es un ejercicio digno de los faquires y
la prueba de iniciación de los tragadores de fuego. 

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Sería bueno que toda persona asistiera a clases de silencio, o a obligarlos incluso, como el ir a la mili.

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 No hay arma más destructiva que el silencio. Y pienso en la memoria. E incluso la memoria necesita del silencio.

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El silencio transforma la memoria en olvido. 

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La historia del silencio se resume en un suspiro.

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No creas que el silencio es sinónimo de paz. 
Las grandes traiciones de la historia se forjaron en silencio.

No creas que el silencio es sinónimo de felicidad.
La mayoría de las enfermedades se producen por guardar demasiado silencio.

 

No creas que hay poderes que superen al silencio. El poder del bien y el poder del mal.

 

No creas que Dios es silencio, aunque sea cierto.


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No creas que el silencio tiene porqué estar callado.

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El silencio y dios tienen firmado un contrato de confidencialidad.

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Cada vez que la cosa se pone chunga el silencio tira de dios.

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Cada vez que miras a tu pasado el silencio ...

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El silencio es una montaña, 
y la montaña  un silencio de tierra.

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El silencio es una atrocidad para la máquina.

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El sigilo de los valientes cruza el desierto.

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La palabra, arma de fuego, pierde ante el silencio, arma de camuflaje. Porque la palabra al igual que la munición se agotan mientras que el silencio es eterno.

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La eternidad se mide en la longitud del silencio. 


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El silencio es lo eterno. Y hoy no me interesa.

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El silencio es la lengua de los muertos.

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El silencio se agolpa en la garganta,
y canta en bajo la bóveda de los ojos.

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Quien diga algo sobre el silencio romperá la piel del aire.

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La piel del aire espera la esponja del viento.

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El silencio tiene la piel de las nubes.

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La vibración del silencio hace sonar a la orquesta del cielo.

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El silencio maniata versos en la luz.

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Si al silencio le ayudas con los ojos cerrados verás más claramente.

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Del silencio proceden las voces de mis iguales.

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La palabra y el silencio forman el matrimonio feliz
de todos los tiempos.
 
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Si uno fuera otro rompería todo silencio.

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Mi interés por el silencio crece en silencio.

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La verdad y el silencio son amantes a ojos de todos.

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El silencio me ha dicho que deje de tocarle los bemoles.

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Las despedidas dejan signos de puntuación.

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El silencio se escribe con puntos suspensivos.

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El silencio es un puntazo entre dos conversaciones.

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No hablar de alguien es otra manera de silenciarle.

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Los silencios que no elegimos son los más incómodos.

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El ángel y el silencio no necesitan lubricante.

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El silencio y la lluvia tienen la bondad del sueño.

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Todo soñar transcurre en silencio.

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Cuando el silencio habla de otro silencio.

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Cuando guardar silencio es salvar la vida.

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Cuando guardar silencio te condena a muerte.

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Cuando en silencio te duermes.

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Cuando el silencio es un juguete.

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Cuando el silencio te pertenece.

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Hoy el silencio es un privilegio.

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Cuando el silencio es un trono de reyes.

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Cuando el silencio es un sepulcro.

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Cuando el silencio es una canción de cuna.

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Cuando el silencio es un ruido constante.

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Cuando el silencio te mira. 

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Cuando el silencio te convence.

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Dicen que el silencio no tiene cura.

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Dicen que el silencio está preso.

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Dicen que el silencio tiene garrapatas.

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Dicen que el silencio es un perro viejo.

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El silencio es un veneno que cura.

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El silencio es dios cuando despierta.

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El silencio está dicho en los que dicen que callan.

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Me digo en silencio: me hago cierto y real.

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Me digo en silencio: estate quieto 
y vete a dormir en silencio

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El silencio vela por ti y te arropa
con su manta cálida y callada.

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Basta por hoy de silenciar la palabra.

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La palabra escrita tiene su esqueleto de silencio.




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Thursday, 9 December 2021

WALDENINO (homenaje e introducción a Henry David Thoreau)



Waldenino es el diminutivo extremeñizado de Walden, pues es en un rincón de Extremadura -Garciaz- donde he realizado este proyecto -"Andanzas y estancias"-, en alusión directa a la cabaña en la que H. D. Thoreau vivió aislado de la sociedad durante casi ochocientos días. Su propósito de huir del mundo era encontrar la vida en su estado puro y escribir sobre ello. Toda una aventura, un experimiento personal, una investigación antropológica, un estudio de la naturaleza circundante, y, en última instancia, una obra de arte, del arte supremo al que llamamos vivir.


El 9 de agosto de 1854 se publica Walden, o la vida en los  bosques, un ensayo en forma de diario personal en el que  su autor, Henry David Thoreau, narra la experiencia de vivir aislado y a su bola en una cabaña construida con sus propias manos en las inmediaciones del lago Walden Pond (Concord, Massachusetts) durante dos años, dos meses y dos días.

El 9 de agosto de 2021, tras varios días visitando una abandonada caseta de pastores y explorando su entorno, yo, Román García Palacios, acudo con una cuartilla, copiada a mano con lápiz, para leer unas líneas de la celebre obra de Thoreau al atardecer, en el interior de la exigua y maltrecha construcción de pizarra.

También hago fotografías de otros ángulos e inspecciono con detenimiento y delirio la ubicación y el interior cuadrangular de la ruina, como si fuera un lugar santo y contuviera el espíritu de aquel ilustre norteamericano que sentó las bases de la desobediencia civil.


He querido hacer con la lectura de un breve pasaje de Walden un sencillo homenaje. Qué menos que honrar en soledad a viva voz a uno de los maestros y defensores de la soledad. Asceta, pensador, político, activista, científico, economista, ensayista y poeta. Los terrores de la sociedad industrial estaban ya por entonces enseñando sin pudor sus garras y aniquilando bestialmente los reductos la vida auténtica de los seres humanos.

La vida y obra de Thoreau se centró en desafiar los zarpazos de una hidra que hoy sigue fustigando al noventa por ciento de la población mundial. El capitalismo empezó a repartir calderilla y hostias como panes, que no venían del cielo precisamente si no de la esclavitud, que aún en día abolida toma nuevas formas en múltiples campos de producción. 

No sé cómo fue, ni yo ni nadie vivo en la actualidad. Tendemos a deformar la realidad y no digamos la realidad pasada, es decir, la historia. La historia ha dicho que no le importan las personas y menos aún los historiadores, por eso se les ignora y se vuelven majaretas. 

El caso viene a ser así, un relato que ha ido ganando coherencia según ha ido reproduciéndose como un mantra: el capitalismo es un monstruo bueno que mantiene el orden de los privilegiados y que con el tiempo ha ido dotándose de herramientas, teorías y artimañas para perpetuar dicho orden. Ale, vaya usted con Dios, pero con el dios de las monedas. 

Aquello no era nada con el mal que nos azota hoy en día. Aquella sociedad estaba transformándose con la lógica de la burguesía y de sus teóricos de profesiones liberales que justificaban el abuso y la explotación en aras del progreso. El mercado conoció una época de crecimiento desquiciado por los extraordinarios beneficios que el colonialismo suministraba a las grandes potencias.

Había fuerza militar, medios y argumentos locuaces para comerse al mundo que se dejaba comer. El hombre era un lobo para el hombre (Hobbes) y la riqueza de la naciones (Adam Smith) dependía de la voracidad y la falta de escrúpulos para extraer cada vez más beneficios. Nada nuevo bajo el sol, amigo. Todo vale para vender, hasta el robar, si lo que es robado lleva el sello de la Commonwealth, la Casa Real, la Casablanca o de cualquier administración impuesta por una soberanía nacional, o por la soberbia de la Ley.





Y es que la vida sencilla sólo seduce a los sabios, por lo que todo es un complot contra la sabiduría, por eso siempre te quieren vender algo, aunque no lo necesites. La estupidez se erige en el trono del mundo imponiendo con despotismo su ávida lógica de sandeces y necedades, y desde allí, desde la cumbre de la ruindad más rancia y superflua, no para de escupir a todo lo que huela a conocimiento, criterio, libre albedrío, argumentación fundamentada o disertación filosófica. Eso explica la estupidez del mundo y la mía propia.

Amigo, hermano: despide al Saber y Bienestar con cada compra que hagas. Porque comprar es fácil y no sale a cuenta. Huye de lo fácil como de la peste y admite sin reservas que tu sociedad está enferma, que tú estás enfermo, que tu amigo, que tu hermano, que tu dentista está enfermo. Los luddistas ya lo sabían, y mucho antes los estoicos, y mucho después, hace ya cuatro décadas, Félix Rodriguez de la Fuente nos lo recordaba, junto al valor de preservar la naturaleza como principio de la humanidad. Ni puto caso, y así nos vemos ahora, con el agua al cuello negando el hundimiento anunciado del barco en el que vamos. 

No necesitas nada para ser aquel que eres. Todo sobra. Menos la conciencia del yo y su relación con el entorno, porque ahí no cabe el egoísmo. El desnudo es la esencia, por eso es la diana del cazador moralista, aquel que se oculta tras la opulencia y la abundancia, ignorando que está cubierto por una montaña de excrementos.

Y que por eso mismo no pasa nada. Enferma la moral, enfermo el pensamiento, enfermo cada paso que me conduce a continuar con esta farsa infinita de enfermedades y de enfermos poliédricos en enfermerías multifórmicas y nuevos síndromes que la ciencia enferma nombra.

 





El caso es que en Walden encontramos un conjunto de vertientes, tanto filosóficas, como políticas, naturalistas y poéticas de una pujanza actual brutal. Puede impresionar la rabia con la que el pasado se apodera del presente, pero si la actualidad duerme la pesadilla de la tecnificación del mundo, no es de extrañar que nos asalten, pues la vida es un invento constante que necesita el material orgánico del pensamiento y las raíces del cromosoma buscan siempre la paz y la conexión con la naturaleza. 

Su interés por la naturaleza de su entorno es un glosario fabuloso de poesía, además de un estudio de la fauna y la flora que rodean los bosque del lago Walden.  No escapan de su interés los fenómenos atmosféricos e hidrológicos del lago. Thoreau se centra en la observación, pero no sólo es un ser contemplativo. Anota todo. Se niega a cazar animales salvajes, se convierte en vegetariano y abstemio. Tampoco fuma, ni toma café o té. 




Simplificar la vida al máximo puede parecernos radical; y qué, a veces es lo que necesitamos. Thoreau era, y es, un revolucionario de los pies a la cabeza, por algo Gandhi le tenía en un altar -decía que De la desobediencia civil era su Biblia. T. Kacznsky se considera un devoto suyo, seguidor de la vida en los bosques que Thoreau defendía frente al avance deshumanizador de la industrialización. Hoy en día, frente a la digitalización del hombre, se hubiera puesto a apedrear a toda máquina con teclado, incluida ésta desde donde escribo, con un montón de pedradas en la cabeza y un túmulo de corredor en el corazón.
 




FURGÓN DEL FUEGO EXTINTO

    *   cadáver carcasa esqueleto cuerpo calcinado en óxido enmohecido tejido de la ceniza abrigo del fuego consumido.   *   yelmo casaca ...