____________________________________________________
Aquí una de las miles de pancartas que empapelan la Puerta del Sol y sus alrededores. Mensajes rápidos, directos, contundentes y sencillos que alzan la voz de los ciudadanos. Por la radio -el medio que mas se puede seguir estos días, y con cuidado- he escuchado que incluso van a recoger todos esos mensajes en un libro. Seguro que será un éxito de ventas, ya estamos haciendo negocios a escala mundial bajo el sponsor Spanish Revolution. Bravo, no es para menos. La historia nos ampara y el caso es extender esta conciencia que el pueblo, o mejor dicho, la ciudadanía, súbitamente ha tomado con una dignidad ejemplar. La pancarta que hoy os acerco me resultó más que acertada, pues recoge el malestar general y lo lleva a términos médicos: enfermedad. No es una exageración, es un diagnóstico. Hemos contraído el cáncer del silencio como si fuera el pan nuestro de cada día. Pero ese no es el asunto, no es recoger los síntomas de esa enfermedad (que ya cada cual sabe), sino analizar y exponer claro y alto las causas de dicho mal. Los organizadores lo han tenido en cuenta y han sabido vertebrar un discurso de gran coherencia (y de clamorosa necesidad) alejando símbolos que puedan distraer de la misión principal de estas jornadas revolucionarias, como por ejemplo ha pasado con las banderas republicanas.
Volviendo al tema de las pancartas, a bote pronto recuerdo dos frases maravillosas que pude leer en pancartas invididuales:
"La ley D'Hondt es a la democracia lo que Bob Esponja a los documentales submarinos". Cuando lo vimos se llevo nuestros aplausos entre carcajadas. Y otra:
"Paco, si ves esto cierra el gas y vente". Aún me estoy riendo. Al final parece que estamos sanando. Veremos si nos quitamos algún vendaje más definitivamente o es sólo otro milagro de la primavera.
No comments:
Post a Comment