Os presento unos detalles de una lámina (abril 2012) que pertenece a una serie que titulé Stone History Show. Pero eso ya es historia. Hoy no tiene ni nombre ni título. Me retracto públicamente de ello, aunque en el archivo del blog mantenga el título. No tengo tiempo para retocar más el pasado. Quedan para el mañana estas láminas limpias de cualquier contaminante escrito, de tal modo que aquel que se detenga a contemplar dichas imagenes no tenga ninguna pista intepretativa, ni contexto ni nada. Quiero que vean escenas como si estuvieran pintadas por un cromañon que ha viajado a lo largo y ancho del tiempo hasta nuestros días. Que me digan ustedes si he consiguido entrelazar a los dioses salvajes y a los espíritus analíticos.
Dediqué mucho tiempo en poner títulos a mis obras en piedra, todo ese esfuerzo tenía la intención de ilustrar la historia universal a través de personajes mitológicos, normalmente. Hoy quisiera alejarme de la historia, y ser como nuestros lejanos ancestros que dejaron en las cuevas sus recuerdos y anhelos en forma de pinturas prehistóricas. Y así ofreceros dos cosas: historia y olvido. La historia de los nombres ilustres, y la historia de los sin nombre. La reinterpretación de personajes mitológicos, y las escenas o "viñetas" de mis estados mentales, mis reminiscencias, mi intrahistoria y mis olvidos.
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