by Marta Medel Redondo Febrero 2013
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La presente
exposición es una original propuesta que nos conduce a las raíces culturales del
ser humano. Si bien en las composiciones de piedra en bruto -retratos
imaginarios- convoca a mitos de la antigüedad mediante toscas simetrías, las
composiciones de tintas nos retrotraen a un mundo onírico de misteriosas
genealogías que nos lleva a pensar en la vorágine de la historia.
La muestra
consta de dos espacios, Mitologías y olvidos,
correspondientes a las dos técnicas plásticas utilizadas por el artista:
escultura -relieves, técnica mixta- y pintura -obra gráfica en tintas chinas-.
En un espacio predomina el orden, la sencillez extrema, el equilibrio, la
eternidad. En el otro, el caos, la inestabilidad latente, el desconcierto, la
temporalidad.
El hilo
conductor es su obsesión: la piedra. Según el artista la piedra está dotada de
un sinfín de significados y condensa en sí misma valores éticos, estéticos y
metafísicos. Ese es el eje y el vector de su particular producción
primitivista, que encuentra en el megalitismo su punto de partida remoto,
y en la escuela de Altamira y en autores como A.
Ferrant y en A. Schlosser puntos de conexión
con la historia del arte contemporáneo español.
La
piedra dada es una fórmula
de naturaleza poética que nos abre al silencio y a la contemplación, al
diálogo de lo perplejo, pero también es un ejercicio intelectual que nos brinda
un buen número de referencias textuales de corte filosófico y literario que
vienen a dar luz y profundidad al hermetismo general de la
obra.
En definitiva,
nos enfrentamos a un escueto recorrido de la producción artística de
Medel Redondo, pero más que suficiente para hacernos una idea de la
personalidad y la audacia de un autor cuya mirada se centra en lo ancestral;
quizás como escapismo, y a buen seguro, como crítica irremediable a la realidad
de nuestros días.
Román García
Palacios
Febrero,
2013