Noviembre 2013
*****
Por su salud, dejen de soñar. Las bestias duermen entre sábanas de cobalto, sus uñas han dejado extraños dibujos en la arenisca, y en el cielo del paleolítico aún resuena el ronquido espeso del granito. Mientras, los párpados del ayer descansan para la eternidad, el mármol toma su oquedad como cuenco al servicio del vino y yo, joven insensato, aún me pregunto qué misión tengo y dónde me lleva camino tan mal empedrado.
Quiero creer que estoy a medio camino de Roma, quiero creer que me formé en Atenas, que pasé por Alejandría, Cartago y Córdoba, y que aún sigo a medio camino -y tan feliz, apartando de mi todo sueño que me indique un destino final.
No comments:
Post a Comment