Febrero 2012
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"Creo que debajo de toda obra de arte hay una sospecha, una sospecha
profunda sobre la realidad tal y cual se presenta delante del ojo,
porque si éste es un oficio de creer en el ojo,
también es un oficio de sospechar del ojo."
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Realicé esta obra pensando en desarrollar las superficies rothkianas que tanto me gustan. De la pura contemplación y sosiego pasar al lado opuesto, a provocar irritación y desasosiego. La lectura de una serie de símbolos ha sido suficiente para despertar esa inquietud. Un cuchillo, un espejo sin espejo, un asiento, una cama negra que se desdobla, una escalera y unas tijeras. La lectura de estos objetos es libre pero parecen querer contar una historia. Psicoanalístas de todo el mundo, ya tenéis tajo.
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