Sunday, 31 March 2019

CRISÁLIDA DE UN MUNDO NUEVO (tan antiguo como el nuestro)




Ficha técnica:

Título: "Crisálida de un mundo nuevo"
Técnica: Fotograbado sobre cobre
Medidas plancha: 245 x 160 mm.
Medidas papel/ tipo: 330 x 305 mm./ Fabriano 300 grm.
Edición: Sin editar
Taller: El mono de la tinta (Madrid)
Estimación económica: 150 €
Autor: Carlos Medel Redondo


I

No todas las veces comento mis propias imágenes desde la persona que creo ser. A veces lo consigo, pero diría que no es lo habitual. Quiero decir, a veces leo mis imágenes desde fuera, desde otro por razones obvias: la primera, por pudor; la segunda, por querer ser imparcial; y la tercera, por ver con otros ojos.

Las razones que expongo sobre mi arte me parecen tediosas, muy aburridas y más que sencillas, simples. Estas razones se resumen en: "Lo hago porque quiero, porque me sale, por dar respuesta y salida a un impulso inexplicable". Y claro, decir siempre lo mismo aburre sobremanera a cualquiera y  a uno mismo en primer término, lo cual no puedo consentir. Pienso que las cosas así no funcionan nunca. El aburrimiento es otro sinónimo de la muerte.

Además no es una argumentación suficientemente sólida ni enriquecedora. Tal vez el arte no necesite de tanta teoría, y que la teoría en el arte es otra excusa para dar cancha a una caterva de inútiles que buscan inspiración en las obras de los artistas. Tal vez tenga dentro un crítico de arte frustrado o viceversa. El caso es que busco alejarme de todo y el todo me encuentra, como una policía secreta. Que tenga mi obra relación con otras poco debe importarme.

II

Un artista produce arte en la medida que un caballo pasta en el prado y come hierba. Esta idea también es falsa. Un artista no es un iluminado, pero su trabajo está llamado a alumbrar la sociedad en la cual vive. De ahí que, generalmente, no tenga salario y se sitúe en los límites de la sociedad misma. La sociedad no va ha pagar a quien la critica, sino a aquellos que la adulan y la envenenan aún más. Esta idea también es falsa.

III

Por eso me pongo el chaleco decimonónico para comentar mi imagen desde fuera, a ver si así me lo creo más. Y le doy carrete. De tal modo, esta imagen pasaría a ser vista con otros ojos y comentada con otra mente. Veamos si es posible y qué grado de verisimilitud alcanza y si hay un crítico de arte dentro de mí o es sólo un espejismo imitativo de mis lecturas.

Imposible. Me he tenido que quitar el chaleco decimonónico; ya huele. Con todo, el juego de los heterónimos (Kitos, Román García Palacios, Medel, Charly,...) que permite un cambio de estilo y sobre todo limita el tedio de ser siempre uno mismo, queda desactivado. Soy un crisol de espejos que se han ido empañando con la actividad creadora. Y hoy lo celebro. 

Probaré con la desnudez -siempre ha sido mi principio-, ni chalecos, ni trajes, ni hostias, ni pollas en vinagre. La mirada limpia, desnuda, prístina. (...) Imposible también, no puedo cambiar mis ojos ni limpiar mi mirada en los afluentes del arte contemporáneo. No me queda otra que renunciar a comentar mis obras desde mis múltiples yo, y abordar el reto desde mi persona, única e inimitable, si es que puedo conocerme. El yo es una creación tediosa y concienzuda cuyo principal ingrediente parece ser la responsabilidad. Veremos si la nueva vida trae consigo mi nueva vida.

IV

Lo primero que veo es una larva en medio de la molicie, una crisálida descolgada de un almendro churrascado, agonizante. Una nueva criatura pronto verá la luz y me parece increíble que sea mía. 

En una ocasión, me pregunté qué significado tenía aquella bañera volteada. Provoca una inquietud por ofrecer una forma insólita, alejada de su función inicial. Todo desecho disfruta de una nueva vida que permanece en letargo hasta que el artista interviene sobre él.

Quise aclararme los ojos y ver lo que desde entonces veo: una crisálida que es fruto de un mundo desahuciado, de un mundo despiadado que no oculta ni remedio pone a la desenfrenada vida de lo que hoy somos: consumidores consumidos. Lo queremos todo nuevo, como si eso nos hiciera vivir mejor y rebautizar cada acto en una primicia novedosa. Otra venda más para nuestros ojos cegados por el sol de la publicidad y del dinero.

Quizás, toda esta ceguera colectiva tenga su contrapunto y respuesta en la nueva criatura que se está gestando aquí, crisálida de un mundo nuevo. En eso creo, o quiero creer, como en una religión ancestral que espera el advenimiento de un ser que pueda sanear a nuestra querida y odiada la sociedad enferma. Aunque ese sea el engaño que todos nos hacemos al hacernos responsable de traer una nueva criatura al mundo.



Plancha de fotograbado de cobre entintada, lista para estampar.

Thursday, 28 March 2019

INTERJERENCIAS DE LA MUERTE EN LA PUBLICIDAD (y la bendición del grabado)



Ficha Técnica

Título: "Fiera (Interjerencias de la muerte en la publicidad del día a día)"
              De la serie "Doble o nada".
Técnica: Fotograbado. Grabado en hueco sobre plancha de cobre.
Medidas papel: 255 x 310 mm.
Medidas plancha: 120 x 165 mm.
Edición: Sin editar / 3 pruebas de estado.
Taller: El mono de la tinta (Madrid)
Precio estimado: 150 €
Autor: Carlos Medel Redondo


I

De todas las imágenes que he abordado en estos diez años -casi once- de íntima actividad bloguera, ésta es sin duda, una de las más difíciles. Veamos como lidio a la fiera, o cómo la fiera me pega un revolcón entre la espesura de las letras.

Empezaré por lo general, por lo que me parece a primera vista una doble imagen, un enfrentamiento -o casamiento- entre los cipreses de un cementerio y un poste publicitario. La imagen de los cipreses es, a su vez, una doble imagen, un reflejo, un espejo, un duplicado de sus puntiagudas siluetas que se dibujan en las aguas de las lluvias estancadas, como si fuera el rudimentario gráfico de mis constantes vitales.

Muerte y venta -o sea, agonía y trabajo- se dan la mano para ofrecer una imagen única donde la verticalidad de los cipreses se duplica en su reflejo, dejando a la zona intermedia del muro como un espacio discreto pero hegemónico de horizontalidad. Esa horizontalidad del muro  -que es todo sosiego y desasosiego- no parece nada, no es a primera vista lo que parece tener el protagonismo, y no digo que lo tenga. Pero me habla con naturalidad de hermano, como si entre la vida real y la ficticia hubiera una pantalla donde se proyectan sus anhelos conjuntos.

No me deja en paz pensar en los cipreses, ni en su reflejo, sin embargo pensar en el muro me hace bien. Me abstraigo del símbolo y pienso en la pantalla, pizarra, cobijo, y por qué no, espejo a la vez. Y no sé por qué es así, no llego a pensar más ni en más. El muro detiene mi pensamiento y yo, cortésmente, se lo agradezco. (Primer revolcón)

II

El poste publicitario es el amo de los campos, el menhir de nuestros días. Nada hay más elevado en kilómetros a la redonda. El poste publicitario es el patriarca del llano, el centinela de la pasta, el guardia civil que te multa si no compras nada. Dirige su doble mirada a los conductores que van y vienen en uno y otro sentido. Desde la perspectiva de la imagen, el poste publicitario muestra su trasero, su lado no comercial, lo cual también es significativo porque nuestra el lugar donde me encuentro, pero eso es ahora lo de menos. Su presencia enturbia el medio cincundante y lo tiñe todo de su pestilente poder. Avasallador ante el horizonte, bien podría ser El caminante sobre un mar de nubes, de Friedrich, que dice: "Esta tierra es mía". Resulta hasta hermoso transmitir tu papel hegemónico, no temes al peligroso. Tu seguridad asusta a cualquiera. ¿Qué peligro? ¿Quién pone en duda su omnisciencia?

El poste no lo sabe, cree que su poder es para siempre porque comparte sus cimientos con los de el capital. Y aquí es dónde sufro otra cornada de la fiera. ¿Hacia dónde voy? ¿A cuestionar los mismos cimientos de la sociedad? ¿A afirmar que el dinero no mola, que es hiperdestructivo? Por favor, que vengan los camilleros lo antes posible, que de ésta no salgo.

Sustituye al toro de Osborne tan burdamente que supone una extraña castración del paisaje. (Revisar qué tipo de paisaje es aquel que se contempla desde el coche). El capitalismo está en continúa campaña electoral; una campaña electoral amañada: todos los aspirantes al poder comparten intereses.


III

Los cipreses, esas banderillas puestas en el lomo de la tierra. El poste publicitario,esa espada, ese estoque que dejará sin vida a la bestia parda de la tierra.



Matriz de cobre, lista para estampar.


Tuesday, 19 March 2019

ISLA DE NADIE (geografía de lo ficticio y un encargo real)





Ficha Técnica

Título
: Isla de nadie
Técnica: Grabado calcográfico. Aguafuerte.
Papel: Guarro Superalfa 300 gm.
Edición: Sin editar /Ejemplar único [ Existen tres pruebas de estado (P.E.) diferentes.]
Precio estimado: 120 €
Año: 2016
Autor: Carlos Medel Redondo (Firmado "Kitos")


*****

I

Isla de Nadie. Ni siquiera mía, que insuflé mi vida en aquel papel. Para que fuera tierra, para que fuera mar. Isla eres de una Atlántida que emerge y se sumerge con la respiración. Isla hallada únicamente en el pulso errante del náufrago que dibuja. El papel es esa tabla de salvamento y el lápiz -o punta- el remo que le impulsa. La vida tampoco es ese conjunto de islas desconocidas que trazas a arañazos. Intuyes, más que sientes, y dibujas el naufragio al que perteneces.

II

La isla es el lugar ficticio donde te aferras al naufragar. La isla no es solo un lugar, es un hacer. Se llega mientras se hace, mientras se completa el dibujo, que, dicho sea de paso, está inacabado y siempre lo estará. Pero así se queda. Hasta aquí quiero llegar, -al menos hoy.

Y virgencita, que me quede donde/como estoy, en esta isla cibernética, aislado del mundo y conectado a la vez, una isla ciber que es un enjambre con mil ventanas al mundo y un espejo dónde mirarme. Ese espejo que te mira y te habla; ese espejo invisible -aveces ventana- que se conecta y se apaga, que contiene ya más de diez años de papeles acumulados, que entre fotos, pinturas, grabados, textos, enlaces y demás, me ha dado trabajo. Santo espejo Acer Aspire 5542. Qué haría yo sin ti.

III

Shõgun y Marco Polo lo tenían más claro. Sabían de rutas, de astrolabios, meridianos y de puertos; y de beneficios.

IV

Isla de Iscar. Tendría que llamarse. En su origen, ésta estampa era parte de un encargo muy especial que no voy a describir, o sí. Digo, tan sólo, que mi interés por la geografía y la poesía se unieron de repente cuando mi cliente empezó a darme pistas. Así fue como llegué a Ítaca y a una costa del inmenso archipiélago de Japón.

El famoso poema de Cavafis había ayudado a entender la vida mejor a uno de los seres queridos al que estaba destinado el encargo a realizar. Por la otra parte, el mundo del Manga me llevó a indagar en la vida de uno de los más destacados  creadores de ese género de la ilustración. Quedé maravillado entre el mapa, antes las costas de nuestras antípodas orientales.


V

Antes que el ser humano desbordara el límite de la urbe no había países, ni fronteras. La línea mortal del mundo inventado, no menos ficticio que esta isla, brote de una imaginación que no incluye palmeras, provincias, prefecturas o estados.

VI

El dibujo es la magia que traza las costas. Un invento maravilloso que sustituye a las agencias de viajes y a las compañías aéreas en un santiamén. El dibujo tiene su amante perfecta en la pintura, en la tinta que se cuela en el surco del dibujo. El dibujo divino es el grabado que aúna esas dos naturalezas del arte.

VII

Si Él era el dibujo y Ella la pintura es algo de lo que ya nadie duda. Aunque yo sí. El arte no es una cuestión de género, pero de alguna manera  me tenía que dejar ver la naturaleza del encargo. El encargo fue el regalo para unos recien casados. Sellar esa unión, simbolizarla bajo una tierra nueva, fusión de Ítaca y de alguna lejana costa del inmenso archipiélago de Japón.

VIII

Elegí un pergamino hecho de la piel de un vellocino para empezar a delinear la danza del náufrago. Su piel era el primer requisito del conjuro. Bajo los pliegues de la tierra, el mar esconde las fórmulas del alquimista. Los signos golpean la costa y las frases se deshacen sobre la playa. Solo podemos leer el suspiro de su resaca.

IX

El registro queda a la espera de la plancha y ya podemos decir que esperaré mientras viva. En la espera hay milenios en segundos, y la certeza de recibir tu metálico contacto embadurnado de sangre. Con el paso de la rueda (del tórculo) y los días, el timón no varía un ápice. Firme es la decisión de un náufrago.

X

Por fin veo una costa, una línea en el horizonte. Alejarme unos días de éste pergamino me ha hecho verlo de otro modo. ¿No es acaso, la nueva isla, un nuevo ser?  Incluso se distingue ya la cabeza del resto del cuerpo. ¿No será esta visión otro delirio del náufrago? ¿O será cierto ya, tras tantas líneas escritas, haya resuelto el enigma encontrando un sentido secreto ahora tan claro a mis ojos y tan lúcido a mi razón? Me quedo ahí. Otra vez. En el útero de un océano cuyas olas hoy producen destellos imposibles de igualar.





Tuesday, 12 March 2019

ROMANCE DE LA PLUMA Y LA PIEDRA (del amor en silencio)



Ficha Técnica

Título: Romance de la pluma y la piedra
Técnica: Grabado calcográfico. Barniz blando.
Medidas papel /tipo: 190 x 280 mm. / Guarro Superalfa 300 gm.
Medida plancha: 145 x 205 mm.
Número de planchas: Dos
Tintas: Dos
Edición: Tres ejemplares
Precio estimado: 100 €
Año: 2015
Autor: Carlos Medel Redondo

***

El romance entre la pluma y la piedra es tan antiguo que se sitúa en los albores de la civilización oriental, aunque yo de oriental tenga lo mismo que la piedra tiene de pluma y la pluma de piedra. La piedra es la pluma de un pájaro de fuego bañado en el azul primero del mundo. Decía que podría escribir con esa pluma todo lo que el hombre ha olvidado por el camino del progreso, y también decía que es tontería apropiarse del lenguaje de las piedras, y que en su secreta presencia se adivina el lenguaje de todo lo que mantiene silencio.



FURGÓN DEL FUEGO EXTINTO

    *   cadáver carcasa esqueleto cuerpo calcinado en óxido enmohecido tejido de la ceniza abrigo del fuego consumido.   *   yelmo casaca ...