Acuarela y rotulador sobre cartulina.
Marzo 2007
_____________________________________________
Debo rescatar unas palabras para vosotros. En ellas se encuentra buena parte de mi formación como persona, como artista, como ser que quiere experimentar la riqueza del mundo y la belleza del vivir. Mi destino sería constatar la esperanza en el ser humano a través del arte y del pensamiento, del mío en particular y del común de mis hermanos. Para ustedes, seres de excelsa voluntad, mi biblia, mis mandamientos:
..................................
"...Nadie le puede aconsejar ni ayudar. Nadie...No hay más que un sólo remedio: adéntrese en sí mismo. Escudriñe hasta descubrir el móvil que le impele a escribir. Averigüe si ese móvil extiende sus raices en lo más hondo de su alma.
...Recurra a los que cada día le ofrecen su propia vida. Describa sus tristezas y sus anhelos, sus pensamientos fugaces y su fe en algo bello; y dígalo todo con íntima, callada y humilde sinceridad. Valiéndose, para expresarse, de las cosas que le rodean. De las imágenes que pueblan sus sueños. Y de todo cuanto vive en el recuerdo. Si su diario vivir le parece pobre, no lo culpe a él. Acúsese a sí mismo de no ser bastante poeta para lograr descubrir y atraerse sus riquezas. Pues, para un espíritu creador, no hay pobreza. Ni hay tampoco lugar alguno que le parezca pobre o le sea indiferente.
...Una obra de arte es buena si ha nacido al impulso de una íntima necesidad(...) Pues el hombre creador debe ser un mundo aparte, independiente, y hallarlo todo dentro de sí y en la naturaleza, a la que va unido."
Rainer María Rilke
Carta a un joven poeta, 1903
_____________________________________
Erik Satie: Gymnopedie nº3
Carta a un joven poeta, 1903
_____________________________________
Erik Satie: Gymnopedie nº3
_____________________________________
" Escribir es defender la soledad en la que se está"
ReplyDeleteMaría Zambrano
(...) Ahora, la fiebre de la escritura se ha apoderado de mi cama y también de mis noches. Las palabras de la rebelión, del desasosiego, me persiguen hasta debajo de las sábanas. Siempre he sabido cuál era el precio de mi libertad. Sé lo que le debo a los libros.
Malika Mokeddem
El desconsuelo de los Insumisos
El Cobre