“Articular históricamente lo pasado no significa «conocerlo como verdaderamente ha sido». Consiste, más bien, en adueñarse de un recuerdo tal y como brilla en el instante de un peligro. Al materialismo histórico le incumbe fijar una imagen del pasado, imagen que se presenta sin avisar al sujeto histórico en el instante de peligro. El peligro amenaza tanto a la existencia de la tradición como a quienes la reciben. Para ella y para ellos el peligro es el mismo: prestarse a ser instrumentos de la clase dominante. En cada época hay que esforzarse por arrancar de nuevo la tradición al conformismo que pretende avasallarla. El mesías no viene sólo como redentor; también viene como vencedor del Anticristo. El don de encender en lo pasado la chispa de la esperanza sólo le es dado al historiador perfectamente convencido de que ni siquiera los muertos estarán seguros si el enemigo vence. Y ese enemigo no ha cesado de vencer.”
Walter Benjamin
Tesis de Filosofía de la historia, 1940
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Walter Benjamin (Berlín, 15 de julio de 1892 – Portbou, 27 de septiembre de 1940) fue un filósofo y crítico literario judeo-alemán de tendencia marxista.
Colaborador estrecho de la Escuela de Frankfurt —a la que sin embargo nunca estuvo directamente asociado—, adaptó su temprana vocación por el misticismo al materialismo histórico, al que se volcó en sus últimos años, aportando un sesgo único en la filosofía marxista. Como erudito literario, se caracterizó por sus traducciones de Marcel Proust y Charles Baudelaire. Su ensayo La labor del traductor es uno de los textos teóricos más célebres y respetados sobre la actividad literaria de la traducción.
Benjamin mantuvo una extensa correspondencia con Theodor Adorno y con Bertolt Brecht y ocasionalmente recibió financiación de la Escuela de Frankfurt bajo la dirección de Adorno y Max Horkheimer. Las influencias competitivas del marxismo de Brecht (en menor medida la teoría crítica de Adorno) y el misticismo judío de su amigo Gershom Scholem fueron centrales en el trabajo de Benjamin, aunque nunca logró resolver sus diferencias completamente. Las Tesis sobre la filosofía de la historia, uno de los últimos textos de Benjamin, fue lo más cercano a tal síntesis y, junto con el ensayo La obra de arte en la era de su reproducción técnica y Para una crítica de la violencia, es uno de sus textos más leídos.
Colaborador estrecho de la Escuela de Frankfurt —a la que sin embargo nunca estuvo directamente asociado—, adaptó su temprana vocación por el misticismo al materialismo histórico, al que se volcó en sus últimos años, aportando un sesgo único en la filosofía marxista. Como erudito literario, se caracterizó por sus traducciones de Marcel Proust y Charles Baudelaire. Su ensayo La labor del traductor es uno de los textos teóricos más célebres y respetados sobre la actividad literaria de la traducción.
Benjamin mantuvo una extensa correspondencia con Theodor Adorno y con Bertolt Brecht y ocasionalmente recibió financiación de la Escuela de Frankfurt bajo la dirección de Adorno y Max Horkheimer. Las influencias competitivas del marxismo de Brecht (en menor medida la teoría crítica de Adorno) y el misticismo judío de su amigo Gershom Scholem fueron centrales en el trabajo de Benjamin, aunque nunca logró resolver sus diferencias completamente. Las Tesis sobre la filosofía de la historia, uno de los últimos textos de Benjamin, fue lo más cercano a tal síntesis y, junto con el ensayo La obra de arte en la era de su reproducción técnica y Para una crítica de la violencia, es uno de sus textos más leídos.
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Fuente: Wikipedia
...mis felicitaciones por su blog...lo enlazo...un saludo...
ReplyDeleteMuchas gracias, es un honor para mí que repare en mi trabajo, y que me enlace vaya!!!
ReplyDeleteSaludos