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Vean, observen y admiren mis nuevas reliquias. Se tratan de una serie de pizarras dadas, o sea, encontradas en el medio y sobre las cuales no hace falta intervenir para que adquieran una dimensión estética y espiritual. El tiempo me lo ha dado hecho. Mi trabajo ha sido recogerlas de entre la molicie del olvido. La pizarra dada es la nueva superficie sobre la que posar la mirada y dejarla reposar. De momento no me atrevo a intervenir, solo se me ocurren pequeñas señales, signos mínimos que denoten una presencia humana. De momento, sigo contemplando estas planchas arrebatadas al vertedero, un vertedero que el símbolo de nuestros hechos y desechos. Nuevamente cuestión de tiempo. Y de utilidad.
Escúchalas, ellas son las que decidirán si permanecerán tal cual, o requieren de tu intervención.
ReplyDeleteEn ello estoy, amigo Rubén. Y hasta el momento dicen que continúe contemplando. Enfrentarse a la materia dada es una experiencia que exige tiempo y reflexión.
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