Mayo 2011
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Oh, tú, bello príncipe, tú que iluminas cada palabra que tocas, coge a éste pájaro del camino que recorro y llévale contigo. Le elevarás con tus versos, le narrarás tus cuentos, y le pondrás en el pico el rubí que esta noche vendrá a entregarme. Porque esta noche me encuentro igual que este pájaro en el camino, muy pobre y casi muerto. Dime tú, bello príncipe, a quién he de dar el rubí con que miro. Ya lo sé, no me lo digas, lo adivino: me dejaré posar sobre uno de tus libros, para que recobren vida, cuanto menos, el príncipe, el gigante, el fantasma y el amigo.
Oh, tú, bello príncipe, tú que iluminas cada palabra que tocas, coge a éste pájaro del camino que recorro y llévale contigo. Le elevarás con tus versos, le narrarás tus cuentos, y le pondrás en el pico el rubí que esta noche vendrá a entregarme. Porque esta noche me encuentro igual que este pájaro en el camino, muy pobre y casi muerto. Dime tú, bello príncipe, a quién he de dar el rubí con que miro. Ya lo sé, no me lo digas, lo adivino: me dejaré posar sobre uno de tus libros, para que recobren vida, cuanto menos, el príncipe, el gigante, el fantasma y el amigo.
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