Junio 2011________________________________________________________
Me llegan estas PEM desde Rota (Cádiz) que no sólo son "piedra en mano", ¡también son personajes en mano! Rindo pleitesía al amigo Pacor que tan lejos y tan cerca sabe mirar en la piedra. Así es cómo se desvela su mundo sensitivo, su materialismo encantado, (su eterna ternura) que transforma la pobreza de una piedra en la riqueza de una isla. Esta labor tiene un valor añadido, la voluntad de buscar "caretos" exige tiempo, ese tiempo lleno de belleza y preciosismo que pasea por una playa resplandeciente en el mismo límite del tiempo. Qué gran tarea esa, qué gran abandono.
Y vuelvo a mirar las imágenes del amigo como auténticas joyas porque, ciertamente, estoy deslumbrado. Qué gran acierto situar el horizonte justo bajo la nariz, para que respiren a pulmón abierto, para que naden la inmensa mar en un punto. Éxtasis. Y ese azul balsámico que es cima y es cuna de la vida misma. Amigo, la piedra es hoy el navío en el que vamos juntos surcando los mares del sur. El mar océano, el cielo limpio, la piedra encontrada y la mano del amigo. Qué más puedo pedir. Jamás el azul fue tan nuestro: tan mío, tan tuyo, tan de Carol, tan de Julia. Porque estas piedras, querido amigo, ya son mías. Mil gracias.
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