__________________________________________________
Mi otra lectura fundamental en estos días es un libro de Tonia Raquejo, profesora de estética y de teoría del arte de la UCM, que bajo el título de Land art (Nerea, 2ª ed., Madrid, 2001) reúne las diferentes tendencias artísticas de la segunda mitad del siglo XX que han fijado sus actividades en la naturaleza. En el episodio "Tras las huellas de lo primordial" encontramos el epígrafe Territorios sexualizados, del cual he recogido un breve escrito (estracto de: Aligned with Nazca. Continuous Project Alteret Daily, pg 157) de Robert Morris sobre las líneas de Nazca. Pacientes e impacientes amigos, lean conmigo.
Si asumimos que los líneas apuntan a puntos energéticos de la Sierra del Perú -donde además se encuentran los manantiales de agua- entonces entenderemos el conjunto de un doble sentido: por una parte la superficie y por otra el espacio,es decir, la línea y la montaña, la figura abstracta y lo concreto de la existencia. Aquí el símbolo artificial funciona para canalizar los poderes de la naturaleza a un nivel humano. El poder de la naturaleza fluye a través de las marcas que ha hecho el artista... Analógicamente la substancia que d la vida, el agua, fluye a través de los penes erectos de la fuente de Checan, en sí otra analogía de la función biológica que cumple la sexualidad masculina [que tiene la tarea de fecundar].
No comments:
Post a Comment