Abril 2011 _____________________________________________________
No matarás. Ni destruirás la obra de otros hombres. Salvo que me planteo la naturaleza de algunas construcciones humanas y no las considero obras. Pero, ¿cómo construir un nuevo orden? Me dejaré de novedades y de órdenes y seguiré con lo que hasta ahora he hecho, sin esperar nada. Esto último es lo más importante. Repito: sin esperar nada. Mi camino es la piedra. Yo soy su hijo. El cielo, la tierra y el mar se concentra aquí.
La pasada semana me informó el otro pastor, Kaled, que los del golf ya no vendrán hasta la próxima temporada. Normal, el pasto ha crecido tanto que les impide jugar. De tal manera que ya puedo utilizar sus piedras pintadas y darles una dimensión artística. Qué pretencioso. Aquí muestro una de las piedras pintadas sobre uno de los pocos montículos de la pradera, enfrentándola al centro comercial que apenas se distingue tras ella, en la distancia. A poco más de un kilómetro se eleva uno de los centros comerciales más grandes de Europa. Islazul. Aún no he ido. Ni falta que me hace. Me quedo en esta otra isla, verdadera y azulada encrucijada de la Pachamama.
La pasada semana me informó el otro pastor, Kaled, que los del golf ya no vendrán hasta la próxima temporada. Normal, el pasto ha crecido tanto que les impide jugar. De tal manera que ya puedo utilizar sus piedras pintadas y darles una dimensión artística. Qué pretencioso. Aquí muestro una de las piedras pintadas sobre uno de los pocos montículos de la pradera, enfrentándola al centro comercial que apenas se distingue tras ella, en la distancia. A poco más de un kilómetro se eleva uno de los centros comerciales más grandes de Europa. Islazul. Aún no he ido. Ni falta que me hace. Me quedo en esta otra isla, verdadera y azulada encrucijada de la Pachamama.
No comments:
Post a Comment