RESERVA INDIA II / O URBANITAS (divagaciones a malsalva)

Ficha Técnica

Título: Reserva urbanita [Otros: "Realidad o naturaleza invertida" / "Todos menos uno"]
Técnica: Fotografía digital sobre papel, intervenida a mano mediante cosidos. (Hilo amarillo). 
Medidas: 28 x 21 cm.
Año: 2019
Precio estimado: 150 €
Autor: Carlos Medel Redondo

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La reserva urbanita es el reverso de la reserva india. Pura ironía. Este giro se realiza desde la óptica de una realidad invertida por la cual entendemos con mayor facilidad el sinsentido de nuestra manera de habitar la tierra. Desde mediados del siglo veinte se puede decir que vivimos rodeados de cemento, ladrillo y materiales sintéticos. Estamos, por tanto, desnaturalizados. En este sentido todo lo natural nos daña, nos causa alergia. No quiero pensar en lo inmersos que estamos en la ciencia ficción. ¿Será que la naturaleza del ser humano ha mutado? ¿No será que la inteligencia nos ha superado a nosotros mismos en una suerte maligna de hipertrofia? 

Las consecuencias de la desnaturalización son dramáticas. No somos conscientes del daño irreversible que causamos al planeta con nuestros comportamientos diarios; nuestro estilo de vida es del todo desnaturalizado, para qué negarlo. Es el curso que marca la civilización más incivilizada de la historia de la humanidad. Y lo peor es que nuestra civilización está incapacitada para entender otro modo de vivir.

 

Nadie, en su sano juicio, es capaz de renunciar a ciertas mejorías. Hay que estar muy loco para tirar la lavadora por la ventana, y ese es el objetivo. Prácticar el luddismo es bueno -a corto y largo plazo- para la salud del planeta, sin embargo pagamos por adquirir constante e insaciablemente nuevos aparatos tecnológicos, los cuales demandan materiales raros (superconductores y almacenadores de energía) -metales como el coltán- en cuyas extracciones se cometen auténticos genocidios, tanto humanos como geológicos. 

El egoismo, la egocracia y avariciocracia es seña de identidad inconfundible de todos nosotros. Es como el código de barras que nos implantan con los sistemas educativos basados en la competitividad. Otro temazo para otro día.

Creo que la ciencia contempla el problema de la desnaturalización desde hace décadas, pero no hay un foro público donde se pueda debatir seriamente. La ciencia esconde algo. Quizás las hipótesis al respecto no son nada optimistas. Quizás,  el intento de " cambiar de vida" exige un paso de gigante que podría derivar a buen seguro en una nueva y sangrienta revolución. Así que mejor no destapar la caja de Pandora y la solución pase por vendar los ojos de las mentes lúcidas, o comprarlas. 

II

La reserva india era una de las piscinas municipales donde parte de la población de Leganés desconectaba del ladrillo. Era lo más parecido al Edén. Aguas transparentes, sol de justicia, cuerpos bronceados, sombras balsámicas. Juegos, saltos, risas, tortilla de patatas y filetes empanados. Por tener tenía hasta una pequeña cascada que brotaba de una escultura geométrica muy de los setenta. (Continuará).

CADENA DEL ADN (y la espiral de las espirales)

Ficha Técnica

Título: "Cadena del adn"  [Otros: "Mapa celular de un motor invisible" / "Cromosoma" / "Plan de de vida"]
Técnica: Fotografía digital sobre papel, intervenida a mano mediante cosidos. (Hilo amarillo).
Medidas: 26x 21 cm.
Año: 2019
Precio estimado: 200 €
Autor: Carlos Medel Redondo

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Seguimos cosiendo, seguimos relacionando conceptos, seguimos enriqueciendo la realidad, ya de por sí rica e inmensamente diversa. Hemos construido unas vías sobre la espiral que domina nuestra respiración. Un camino de sangre sobre pilares de ladrillos. El tren que próximamente llegará acelerará nuestras vidas y quedarán embarcadas en una nueva aventura hasta el final de nuestros días.

Haremos que la espiral humana se haga un poco más grande y contribuiremos a diversificar el adn de nuestra especie. Una locura pensado así. Con lo sencillo que era hablar de cómo hemos reforzado la espiral que llega a la espiral misma, con lo sencillo que era sujetar las piezas del dominó. Hemos preferido lo más sencillo de cuantas opciones se tienen: dejarnos llevar. Seguir el curso de la naturaleza, seguir el ritmo de las galaxias en el vacío repleto del universo; seguir el devenir tranquilo de la gente sin miedo al futuro.

RINCÓN DEL AIRE (simbologías alucinadas de la dinámica del pliegue)

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Ficha Técnica

Título: Rincón del aire [Otros: "Plegaria del prisionero" / "Tanguillo inédito"]
Técnica: Fotografía digital sobre papel, intervenida a mano mediante cosidos. (Hilo amarillo).
Medidas: 28 x 21 cm.
Año: 2019
Precio estimado: 150 €
Autor: Carlos Medel Redondo

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El hilo amarillo ha demostrado su eficacia estética a la hora de intervenir sobre el blanco y negro, aunque el presente ejemplo no sea el mejor me basta para reafirmarlo. Cierto abuso lo desmejora, sin embargo me permite seguir avanzando en el proceso creativo. De hecho, esta obrita es una de las primeras con las que inicié el mes pasado la serie de intervenciones con hilo.

El árbol es también protagonista de la imagen y el hilo no lo olvida: trepa por ellos como las orugas. Recae sobre el árbol el acento del amarillo, como si fuera el rastro luminiscente del bicho. El dibujo se basa en breves aristas, en rectas que se pliegan y se repliegan sobre los dos árboles. Lo de la mesita con el bodegón pintado a mano con acrílico...mejor ni comentarlo.

El hilo de Ariadna sigue dibujando los confines del laberinto. Aquí hace del árbol seco una rara especie de momia -o crisálida, tal vez de oruga procesionaria. También hace del árbol un prisionero encorvado, atado de pies, manos y cabeza. El hilo de Ariadna -rayo de luz- desvela la presencia de los kodamas de cada árbol y los representa. Ambos parecen opuestos.  De uno dije que es momia ,crisálida y prisionero encorvado. Su kodama no se rinde. Sobrevive al árbol. Su kodama me ha dicho que se conformaría con ser la empuñadura de una espada invisible, quizás espada del aire y del tiempo. O una navaja cerrada. Todo en él es contención, se pliega sobre sí mismo.

Del otro árbol no he dicho nada y ya toca. El hilo recorre la punta de las ramas como un pájaro cantor y traza un abanico con el que aliviar la fatiga del prisionero; un abanico con el que sacudir el polvo a la momia; un abanico con el que citar a la oruga procesionaria. El abanico no es más que otra metáfora de las alas de una mariposa. Así que me quedo  con ese pliegue y repliegue de líneas rectas ya sea árbol, abanico, mariposa, polilla, ser humano. Todo en él es expansivo, despliegue sobre sí mismo.

De los dos árboles juntos -y de la imagen en su conjunto-, tengo preparada una interpretación alucinada. Uno es el cantaor, el otro la bailaora. Escena flamenca en el rincón del aire. Folclore a espuertas. El árbol muerte, el prisionero encorvado, es el que mejor puede cantar, el que mejor puede expresar la profundidad del jondo dolor. El otro, pleno de ramas estiradas, gráciles y en movimiento, representa a las manos y a las faldas de la bailaora que se agitan con la sordo quejío del cantaor. Todo contraste y armonía, todo un espectáculo de flamenco en el tablao del Rincón del aire. Y no creáis que falta el palmero, aquí, al otro lado de la pantalla hay alguien al teclado, taconeando con los dedos al compás de un tanguillo inédito. 

RESERVA INDIA O REPÚBLICA (antes de que llegue la oruga procesionaria)

Ficha Técnica

Título: Reserva india [Otros: "Reservas a media altura" / "Creación de un independentismo"]

Técnica: Fotografía digital sobre papel, intervenida a mano mediante cosidos. (Hilo amarillo).

Medidas: 28 x 21 cm.

Año: 2019

Precio estimado: 150 €

Autor: Carlos Medel Redondo

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I

Reviso de memoria el pasado mes de abril. Rápidamente. La plaga de la oruga procesionaria no fue tal plaga, al menos en La reserva india. Fue una coincidencia en el tiempo con la creación de esta imagen. Una coincidencia de las que me gustan, aunque menoscabe de algún modo a la obra. Y digo obra y no imagen, sí. Hoy necesito tirar de arrogancia; quiero quitarme de encima el nido de orugas que cubre mis entrañas, y si no me salvo yo al menos habré hecho algo -aunque sea simbólico- para que las dichosas orugas no acaben nunca con La reserva india.

II

Pienso en el bosque de Oma. Pienso en una reinterpretación en el exiguo bosque de una antigua piscina municipal. No sé cómo me las ingenio: siempre que quiero terminar algo acabo por ponerme tareas para mañana. De momento, aquí tenemos la versión minimalista. 

III

Con una simple cinta amarilla Cataluña ha hecho visible sus ansias de independentismo y de justicia con el Procés. No pensaba en Cataluña ni en sus independentistas cuando empecé a utilizar tan malogrado color. El amarillo coincidió con una reivindicación política -justa o no- en el ámbito de las noticias; los medios saben dónde está la carnaza. Incluso hay un equívoco patético -de chiste malo- que relaciona los lazos amarillos con la oruga procesionaria. 

Sin embargo, me valgo de la idea de independentismo como coartada para luchar por la protección de este conjunto de árboles como reserva -no ya india- de un espacio natural que forma parte de la historia del barrio de San Nicasio. Pero me temo que ha caído tanto en el olvido que ni en plena campaña electoral se menciona, nadie ha dicho una sola palabra ni a su favor ni en su contra. A nadie le interesa un puñado de árboles, y menos aún si están enfermos. 

Y no me quiero picar, que de aquí vamos a un reality, -mira que te lo digo yo-, porque si entra en juego el ecologismo la cosa puede cambiar. [La moda del ecologísmo -como la del feminismo- ha venido para quedarse en nuestro armario]. ¿Será que todo lo que huele a historia y municipalismo ha dejado de interesar? No lo duden, aunque Vox está tirando de historia cosa mala. Y este chiste sí que es bueno.

TRATADO DE LAS AFUERAS (periferia de uno mismo)

Ficha Técnica

Título: Tratado de las afueras [Otros: "Compendio de un trabajo no remunerado" / "Periferia de uno mismo"]
Técnica: Fotografía digital sobre papel, intervenida a mano mediante cosidos. (Hilos: blanco, negro y amarillo).
Medidas: 28 x 21 cm.
Año: 2019
Precio estimado: 150 €
Autor: Carlos Medel Redondo

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Escribir y escribir y escribir y escribir. Disparar, disparar y disparar. Salir de caza y ser cazado. Salir cuando entras y pensar en sobrevivir mientras sueñas con la siguiente vuelta por las afueras. 

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EL HILO DE ARIADNA (bordar la oscuridad )

Ficha Técnica

Título: El hilo de Ariadna [Otros: "Bordar la oscuridad" / "Canto de un pozo cegado"]

Técnica: Fotografía digital sobre papel, intervenida a mano mediante cosidos. (Hilo rojo).

Medidas: 25 x 21 cm.

Año: 2019

Precio estimado: 150 €

Autor: Carlos Medel Redondo

I

Para salir del laberinto Teseo se valió del mismo hilo que hoy me salva a mí del abismo de la oscuridad. No quiero compararme con tan noble héroe y mítico rey, sino destacar y reivindicar El hilo de Ariadna. De no ser por el hilo que su amada le proporcionó nada hubiera sido de Teseo. Hoy se me antoja equiparar al hilo con la panacea, y convertirle así en herramienta fundamental para diferentes y diversos fines. 

El hilo de Ariadna es el arma y la estrategia perfecta para a-bordar la insondable realidad. Con ello quisiera amarrar al monstruo de resbaladiza piel que me habita. Montar al monstruo -más que matarlo- no es sólo una cándida ilusión para sobrevolar y recorrer la Realidad/Fantasía, tal como hiciera Atreyu con Fúyur, salvando algunas distancias.

No quiero, tampoco, que salgan más monstruos de la oscuridad (a no ser que sean tan benévolos como el citado dragón) ni quiero caer en el pozo de la desesperación. El hilo de Ariadna ejerce de nuevo su poder: crea una insólita paradoja. Cómo lo delicado -el hilo- se transforma en hierro. Por consiguiente, lo más insignificante y frágil -si es bien mirado y valorado- nos ayuda a salvar los peligros más peliagudos de este perverso mundo, -si en algún instante deja de serlo.

Pero los peligros, que a menudo amenazan la tranquilidad que nos creemos merecer, son también parte de este juego al que llamamos vivir, y por lo tanto, los problemas son intrínsecos a la vida. Eso también lo sabes viejo amigo. Lo tienes presente, -me dices. Llevar un ovillo en el bolsillo puede salvarte el pellejo, eso depende de cómo utilices el hilo de Ariadna.

II

El hilo suele ser muy eficaz en laberintos y pozos, y según me ha contado un viejo trovador hay un sortilegio que funciona: si juntas un hilo amarillo con otro verde, los trenzas y los metes en tu monedero -donde llevas la guita- convocarás a la suerte y tus clientes dispersos se juntarán frente a ti. Leyendas hay muchas y ésta me la quiero creer. De nada.

El hilo también borda la oscuridad y la sella. Nada teme. Una vez trazado el ataque, la aguja, cual Tizona, interviene cortando el espacio. Pero lo une. El hilo se convierte en la costra hirviente de la herida que esa espada dejó. Así opera el hilo, como el dibujo, al fin y al cabo el hilo es una línea de color. 

Aquí, el dibujo es sencilla intervención, suficiente para matar -o al menos mitigar- el miedo que subyace con la presencia en primer plano del pozo; al menos así lo siento yo. El hilo de Ariadna acaba con el miedo. Detrás del pozo enrejado hay dos almendros sobre unas ruinas que ocupan la parte central del horizonte.  Qué mejor ayuda para salir a la superficie, levantarse, y, a través de sus ramas, llegar a los cielos. 

III

Hay una historia que quiere contarse; o inventarse. Los elementos, de presentes y dispuestos, tienen el poder del habla. Hay una historia que quiere contarse, pero no seré yo quien lo haga.

KODAMA DE UN ÁRBOL CAÍDO (o la llama geométrica )

Ficha Técnica

Título: "Kodama de un árbol caído" 

Técnica: Fotografía digital sobre papel, intervenida a mano mediante cosidos. (Hilo rojo).

Medidas: 26,5 x 21 cm.

Año: 2019

Precio estimado: 150 €

Autor: Carlos Medel Redondo

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Tengo entendido que los árboles albergan espíritus, y que la cultura nipona ha sido, junto a los antiguos celtas, la que mejor ha sabido ver el potencial espiritual de los árboles. La mitología japonesa creó a unas criaturas llamadas kodamas que eran espíritus ancestrales que habitaban en los árboles y bosques.

En cierto modo todos sabemos - no sé cómo (la ciencia apunta que nuestro primer hogar estuvo entre las ramas)- que los árboles son sagrados y que además de sus bienes espirituales nos ofrecen sombra y cobijo, frutos, flores y medicinas. Su veneración es del todo comprensible, pero excede a la comprensión misma, ya que su simple observación proporciona belleza, es decir, que con tan sólo mirarlos -y admirarlos- podemos experimentar un despertar del sentido estético. Hay árboles que no te han fallado nunca; y su sola presencia glorifica la tuya.

Me sumo a todas las ofrendas y oraciones silenciosas en  torno al árbol.  Para ello he cosido con hilo rojo una fotografía que hice en el parque de Butarque hará dos años. En ella represento a un kodama al pie mismo de su árbol caído. 

El kodama es al mismo tiempo mi yo orante y el vacío erguido del árbol tumbado. Porque no mueren los cuerpos que permanecen; su madera es la camisa de piel de un paquidermo petrificado. Y espera una nueva forma, me lo ha dicho su kodama. De momento vamos a dejarle que duerma el sueño eterno del bosque, entre la llama geométrica del hilo y el trino salvaje de los pájaros de la ribera.

CÁLCULOS DEL SALVAJE (o la razón del cubo)

Ficha Técnica

Título: s/t [Provisionales: "La razón del cubo" / "Cálculos del salvaje"]

Técnica: Fotografía digital sobre papel, intervenida a mano mediante cosidos. (Hilo rojo).

Medidas: 27 x 21 cm.

Año: 2019

Precio estimado: 150 €

Autor: Carlos Medel Redondo

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La razón del cubo es la tridimensionalidad; el cubo busca la profundidad, el espacio para que corra el aire y vuelen las aves: esa ilusión que construye esta fotografía, papel bordado sobre el cielo enramado. 

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La razón del cubo es hacer del papel un contenedor donde caben tanto ideas como anhelos. Las ideas revolotean en torno al lugar, la reserva india de Leganés, situada en los terrenos arbolados que antaño fueron la piscina municipal de Solagua. Los anhelos vienen de los recuerdos en aquella piscina donde lo pasábamos como indios. Hoy es un solitario lugar abandonado por donde yerra un deadman ibérico y alguna señorita con perrito. Yo convertiría a ese espacio en espacio protegido, en espacio de interés cinematográfico. Sólo falta que salga en alguna cinta americana de éxito, o que alguien pertreche un crimen.

UMBRAL DE FUEGO (salón de una casa en barbecho)

Ficha Técnica

Título: s/t [Provisionales: "Umbral de fuego" / "Salón de una casa en barbecho"]
Técnica: Fotografía digital sobre papel, intervenida a mano mediante cosidos. (Hilo rojo).
Medidas: 27 x 21 cm.
Año: 2019
Precio estimado: 150 €
Autor: Carlos Medel Redondo

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¿No sabéis acaso que aquel que consagra su vida al arte está corriendo múltiples riesgos? Aquel que consagra su vida al arte tiembla en todo momento bajo un umbral de fuego. 

LA JUSTICIA DEL SILENCIO (y las palabras sin destino)

Ficha Técnica

Título: s/t [Provisionales: "Encuadre para un muestreo íntimo" / "Habitáculo de lo invisible"
Técnica: Fotografía digital sobre papel, intervenida a mano mediante cosidos. (Hilo rojo).
Medidas: 27 x 21 cm.
Año: 2019
Precio estimado: 150 €
Autor: Carlos Medel Redondo

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I

La soledad es un lujo menospreciado; en vano constituye el amparo único del alma. Pero, para los que dudamos tanto de la presencia del alma -como de la presencia de dios-, la soledad es un lujo sobrevalorado.

 La soledad no existe para el hombre de fe, y es la soledad el motivo, la razón y el aliento de cualquier creyente. La soledad tampoco existe para el hombre postmoderno, pues en su conciencia neoburguesa los problemas inherente a nuestra sociedad representan una segunda piel que jamás nos abandona. La soledad es un hacha que te ataca y que llevas en tus manos cada vez que invocas a dios. Invocar a dios es un acto de soledad desesperada en el cual creas de la nada un amigo imaginario con cara de pocos amigos. 

La soledad es una parturienta de dioses, el campo fértil donde germina una imaginación enferma creadora de blandas raíces donde asirse en la tempestad de la vida.  La soledad, bien entendida, es la que escribe estas palabras sin destino. ¿Y esas palabras sin destino ni destinatario, a dónde van entonces? La soledad acoge a todas esas palabras y las archiva donde mejor pueden estar: en la biblioteca del silencio.

La soledad es un estado que no cualquiera puede manejar en su provecho. Puede ser la puerta del autoconocimiento o ser un monstruo que te devora. La soledad es una bestia amaestrada, hasta cierto punto.

II

El espacio íntimo es intransferible, y en los intentos de compartirlo, hacerlo de todos, o sea público, pierde su halo de autenticidad. Es por tanto un error empeñarse en mostrar un sentimiento que únicamente nos pertenece a nosotros mismos. Debo mantener silencio y que la imagen, íntima hasta la médula, hable de sus asuntos.

UNA RAZÓN EN LA MALEZA (geómetra de la desidia)

Ficha Técnica

Título: "Una razón en la maleza"
Técnica: Fotografía digital sobre papel, intervenida a mano mediante cosidos. 
Medidas: 27 x 21 cm.
Año: 2019
Precio estimado:  150 €
Autor: Carlos Medel Redondo

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Una razón en la maleza, por despreciable que sea, sigue siendo una razón. La razón del desecho, de la basura que en silencio conquista la tierra, es una razón despreciable que aquí acondiciono mediante una operación de reciclaje estético. La desidia debe ser combatida a raíz de algún parámetro numérico.

A parte, el hilo no sólo cierra las heridas; su magia borda la imagen y la transforma por completo con su finura tridimensional. Un estado elemental  -de gracia diría-  aúna lo inteligente (simbolizado por la geometría) y lo emocional (el territorio, la maleza) y lo convierte en un astro que intercede y dialoga con nosotros entre el cielo y la tierra.