PEDREOLO II (accidentes de campo y otros milagros)

Enero 2011
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Me lo temía, tenía que pasar, y, una vez que ya ha pasado, esto es lo que queda.
La obra es la transformación misma, las piedras siguen interactuando con los animales
(con todo su entorno), y sus pezuñas las hacen rodar.
Un día ha pasado y ya tenemos cambios en Pedreolo.
Parece ser que no le han dejado muy tranquilo en su contemplación celeste.
Ahora sigue mirando el cielo, pero de otra manera. Perfecto.

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Pedreolo, alma cándida, inocencia pura,
eso es lo que te pasa cuando te quedas en las nubes.
Que el rebaño te pisotea. Es normal.
Acaso no saben que estas ciego, como ciego el rebaño está en la hierba.
Acaso no saben siquiera que existes, sí el rebaño no sabe siquiera que es rebaño.
Ocurre todos los días. Ayer brillaba el sol y hoy ha estado nublado.