Sunday, 30 December 2018

LIENZO DEL CIELO (con otros teoremas de la abstracción súbita)





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Cada día tiene su cielo, y su propio pulso; como un nuevo ser que es diferente y similar a otro ser. Eso también lo sabe Juanluís, pero en particular lo saben los pilotos de aviación. De ello -de conocer el cielo- depende en gran medida su vida, y deben conocer al dedillo la gestualidad del cielo e intuir su lenguaje de ronca cartografía aérea.

Es importante que tengan el mayor conocimiento posible de cada capa y mota atmosférica antes de despegar y saber identificar las dificultades que cada vuelo presenta. Deben conocer y reconocer a la perfección la causa de las corrientes de aires y vientos, y las consecuencias que puede acarrear atravesar una nube u otra. Deben conocer las presiones, las borrascas, los ciclones y anticiclones; también las rutas migratorias de las grullas y las mariposas. Y el perfume de cada pasajero.

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Surcar los cielos también es -además de un oficio extremadamente exigente- un arte. Surcar los cielos es el máximo invento, y aún así hay pilotos que no sospechan siquiera que dibujan para el resto de la humanidad, y que su caligrafía posee uno de los dones más altos de la belleza: la fugacidad. Espero que cada piloto cuente con un copiloto a su medida y que, aparte de las corrientes de aire, conozcan las corrientes del arte que florecen a su albor.

En mi personal visión creo ver ángeles allí donde veo letras de espumoso aire. La equis es uno de mis ángeles custodio. Quizás el más querido de ellos, el más erótico y metafísico, con diferencia. Quizás porque me veo reflejado en cada equis y advierta un espejismo más de mi destino. El cielo es un lienzo donde los ángeles dibujan  con plantillas de agua, en el mar inmenso de las alturas que emborronan con cloroformo y mucha picardía. O sólo firman como analfabetos celestiales para dejar constancia del fugaz tránsito de cada día; y de cada ser.

Monday, 24 December 2018

LA TUMBA DEL GIGANTE (espada molde del hombre)





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Todo hombre es una espada: una lucha contra la adversidad. La persona se hace, ya lo decía Gracián, y se forja en la batalla, que diría Marco Aurelio. El resto de los seres ocupan otras categorías y son legión los títeres, que, como garabatos sobre el papel ensucian la tierra con vilezas y simplezas múltiples. A veces las circunstancias se afilan contra el hombre para imponer a los seres títeres en el poder y manejar a su antojo las reglas de este juego absurdo. Esa no es mi guerra, y ya no me duele. Mi espada contiene al hombre; es el molde de su símbolo. La espada es escudo a su vez, y no hay panoplia más sencilla que complete mi posición, mi ataque y mi defensa.

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Iba a describir el lugar del hallazgo. Las ruinas parecen dibujar la estructura de una antigua villa romana y en su centro, en lo que sería el patio central, hemos encontrado ésta figura formadas por blancas piedras, levantadas recientemente del lugar por los investigadores de la universidad de Cincinnati para conocer las inscripciones que contienen. Allí mismo, en el yacimiento de Falcon Crest, tuvo lugar la Cuarta Edición de Bioficción y Neoarqueología con un simposium donde todos los asistentes acudieron con corbatas de lunares. Y camisa color pistacho.


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La construcción de mitologías no es solamente una elaboración de ficción. Requiere una búsqueda, una localización previa de santuarios naturales, de lugares sagrados, de yacimientos que hacen posible y algo veraz dicha elaboración de ficciones, cuyo fin es hasta hoy incierto. Mitología y leyenda se entremezclan con la vida para dar a nuestros días un toque de canela y ron, y escapar de la rutina -cuando no asfixia- del ladrillo. De lo contrario sería todo más difícil de digerir.



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Hoy mi espada ha querido sorprendernos. Se ha vestido de gala para su propia fundación como ruina activa, como resto arqueológico recién creado. El aire innato del aristoi se apodera del lugar. La elegancia de frente, la fortuna de fondo. Creo haber entendido que  por la tarde tenía una entrevista de trabajo con los ángeles del cielo. Hay dos vacantes esperándole, así que espero que le acepten en el consejo de Seguridad social o en el de Salud mental como otro de los curanderos o consejeros del noble y curtido barrio de San Nicasio. Como el niño que viene con un pan bajo el brazo, así llega esta espada a tus días. Mitad tumba legendaria, mitad cuna del porvenir.


Friday, 21 December 2018

MEMORABLE DON JOSÉ (y la finca La Mora)




Entre  andanajes y  vaguabundajes tropiezo con cosas, objetos, basuras, escombros y herrumbrajes, muchos zarrios aprovechables, -que no siempre interesantes. El arte busca la unión del paisaje con la sangre. Ente andanajes y vaguanbundajes hallo también personas y personajes. Gentes felices en general; no he conocido malaje, salvo la indiferencia de los runners. Entre todos destaca José. Don José guarda parecido con Jehová, con Jesús, con Mahoma, con Moisés. Es el dios físico del lugar. El otro día estuvimos hablando alrededor de veinte minutos, o treinta, no estoy seguro. Maravillosos minutos. José conoce el lugar y es parte de su memoria viva. Puro y elocuente paisanaje.

José me contó que en aquellos terrenos cultivaban carillas (alubia conocida popularmente como muchachillos con chalecos), a las que elogió por su finura. Me contó que aquél caserío -en mi toponimia particular es Falcon Crest, aunque no tenga nada que ver-, tenía a la entrada un gran parral, que en la parte de atrás había gallineros y puede ser que también tuvieran cochineras. Que tenían buenas huertas. Que, enfrente, en otro edificio alargado (quedan aún restos arqueológicos visibles) tenían las cuadras y los establos para vacas y caballos. Total, un finca que en su tiempo debió ser próspera -o al menos autosuficiente- y que los tiempos modernos fueron devorando poco a poco. Hasta que el dueño y heredero de aquellas tierras echó al labriego arrendatario y a su menguada familia. 

José calcula que la actividad de la hacienda perduró hasta hace unos treinta años. Al hombre, al antiguo labriego y hortelano, se le puede todavía ver por ahí, por Leganés, por sus calles, me quiso  apuntar. O sea, que hasta el año 1988 aproximadamente estuvo habitado aquel misterioso lugar. El caserío pertenecía a la Finca La Mora. Habría que investigar sobre la historia de esa finca, - hay libros escritos me dijo José- y por lo poco que he bicheado por la red sé que la extensión de la finca coincide en bastantes límites con los límites de mi actividades, de mis hitos y lugares de trabajo y retiro. Sin querer he ido "ocupando" un lugar extenso que se mantiene abierto, sin puertas ni vallajes, en el límite noroeste de Leganés. ¿Coincidencias? ¿O límites de las Tierras Comunales? Hoy podrían serlo.

Volviendo al inicio: José me parece un señor completamente adorable. Vaya ésto por delante. Volveremos a vernos, hasta la próxima! -me dijo. Despedida con sonrisas cojonudas, afables. ¡Qué amable, qué conversación, qué entrañable por dios! En cuanto se sequen un poco los charcos que el temporal ha dejado a su paso, saldré a su encuentro. Ojalá me hable, ojalá me siga contando cosas de La Finca La Mora, aunque tal vez su propia vida, la de Don José, sea tanto o más interesante. Ya he dicho que es Jehová, Jesús, Mahoma y Moisés al mismo tiempo. Y quién sabe si tienen algo más en común. Por mi alocada mente se ha cruzado una vez más la idea más peregrina: él, Don José, es el dueño de todo aquello, el propietario y actual heredero de La Finca La Mora. Y me gusta pensarlo, cada vez más.


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También he pensado desde él. Y pensaría que paseando conocí a un muchacho de edad avanzada, que me contó que frecuentaba esos apartados lugares, sin saber muy bien por qué; decía que era el campo que nos habían dejado, que ahí lo teníamos y que era importante recuperarlo. Que a él le gustaría trabajar allí, sembrar, arar. Ese joven no sabía lo que decía. Una extraña demencia sufría. Y me contó más: que le gustaba la fotografía, que dejaba rastros por ahí, huellas cercanas al arte o algo así. Que había estudiado historia, y que le interesaba la historia de aquel mismo lugar, de esas ruinas. Así que le empecé a contar cosas que de pronto recordaba. 

Pasamos como diez o quince minutos conversando. Me dijo que se llamaba Carlos y yo le dije mi nombre. A ver si la próxima vez que nos veamos me acuerdo de su nombre. Cogió su bicicleta y se alejó por el camino, desviándose hacia el viejo almendro quemado. Allí se detuvo y allí se quedó largo rato, pues no le vi de vuelta.

Lo más extraño es que empecé a recordar más y más mientras andaba de regreso a casa. Lo que no recuerdo bien es quién se quedó con las escrituras. Recuerdo una caja fuerte y otra caja amarilla, bañada en oro. Recuerdo también una gran charca con altas sombras en sus riveras. Recuerdo que empecé a recordar cómo el tiempo ha ido borrando mi memoria y cómo un muchacho, con tan sólo una pregunta (¿Sabe usted qué era todo ésto?) ha puesto en marcha el presente invento cuya finalidad aún desconozco. 

Tuesday, 11 December 2018

COMO UN FRIGORÍFICO BAJO UN ALMENDRO





"Como un frigorífico bajo un almendro", viene a ser un mcguffin que explica un estado de angustiosa perplejidad. El no saber suele abrir un inmenso abanico de interrogantes, a menudo beneficioso para nuestra inteligencia pues en la búsqueda de respuestas y explicaciones ésta, la inteligencia, se mantiene tremendamente activa y puede decirse que se desarrolla; o que se pone a prueba. A no ser que los interrogantes que nos atormentan no tengan explicación o respuesta, que también puede ser. Entonces ésta, la inteligencia, se bloquea o deforma. Es el comienzo de la depresión, de la paranoia o de la creatividad, espacios donde se forjan los más diversos ángeles y demonios.


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He vuelto a las andadas. Después de un tiempo siempre vuelvo. Parece inevitable. Vuelvo a la soledad de los campos en la que siempre he encontrado la calma necesaria para enfrentarme al terror de la existencia. Ese terror que es sólo belleza; y tampoco quiero explicarme. Despojarme de la razón es una escapatoria momentánea. Sus tentáculos vuelven a atraparme en cuanto despierto.

El otro día, como resumen de mi trabajo, le confesé a una amiga: "Simplemente ejercito mi libertad". Como si fuera un músculo, como si necesitara de ese ejercicio para respirar y mantenerme en forma. Mis obras no son más que ejercicios de libertad, esbozos para explorar los confines de mi ser.

¿Y la libertad, qué es? Es el instinto en curso, sin límites físicos ni cadenas psíquicas, -quise aclarar. Después pensé en todos los condicionantes y en toda la disciplina que es necesaria y no quise hablar más de libertad, sino de todo lo contrario: de condena. No puedo evitar escaparme de este psiquiátrico.

De cómo experimento yo mi libertad personal, mi propia individualidad, es sólo asunto mío. Esa sería mi primera norma. La segunda es salir de la urbe, dejar la ciudad atrás mientras pueda. Concibo la urbe como una jaula de la que tengo que salir para volar. Y quizás también, como una cárcel y un psiquiátrico cuya fórmula ha triunfado entre los humanos de hoy en día. Por eso es también condena y locura el tener que vivir en una ciudad. Tener que salir de ella para crearme esa ilusión de libertad, tener que salir para poder verme y mirarme de frente.

Aún así, prefiero no explicarme. Ya me pasé demasiado el otro día, confesando mi bendito quehacer como si fuera pecaminoso trabajo libertario. Sería como borrar el misterio que oculta toda belleza, como quitar la guinda del pastel y quedarse como un frigorífico partido bajo un almendro.

Friday, 23 November 2018

LA CUADRATURA DEL INFINITO (y el baile de espejos)







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Ficha técnica

Título: La cuadratura del infinito 
Año2017
TécnicaGrabado Calcográfico  (Fotopolímero)
Medida plancha:  26'7 x 18'5 cm.
Medida papel/ tipo: 40 x 29'5 cm. / Canson Edition 250 gr.
Edición: Sin editar
Obra única: Conjunto de cuatro estampas
Estimación económica: 600 €
AutorCarlos Medel Redondo



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"Y así, hasta el infinito."

I

Sigo sacando a la luz parte del material de investigación de La huella del fuego. Voy componiendo con las estampas conjuntos que establecen nuevos diálogos. Del arte, las ciencias, las letras. Aquí una improvisada warholada que toma varias posiciones antes de ser enmarcada y en donde no he podido evitar establecer un doble juego de espejos. La duplicidad de la imagen trata -entre otros temas- la serialidad y multiplicidad de la obra de arte, algo siempre presente e intríseco en la obra gráfica, y sobre la que ya se ha escrito amplia y profusamente desde que Walter Benjamin publicara su celebérrimo ensayo La obra de arte en la época de la reproductibilidad técnica. El tema me lleva a reconsiderar  la explosión de la imagen, su invasión feroz en todos los órdenes de la vida y de cómo el artista  lucha -a veces en balde- contra la superficialidad.


II

Por eso es quizás que he querido ofrecer una imagen que apacigue al espíritu, donde tenga mayor protagonismo la nada y el poco que el todo y el barroquismo. El infinito por cuatro es la respuesta a las incógnitas que planteo sobre el territorio de la periferia. La constatación de mi conciencia: esta tierra es de todos, pero yo soy -al menos hasta hoy- su único soberano. La soberanía nace del trabajo, no hay otra. El día en el que los demás actúen y trabajen ese territorio será de ellos también. Son pues, estas líneas un alegato y una invitación al pueblo a coger las riendas del poder que descansa en sus manos.


III

Sospecho que un mensaje más profundo se esconde en la imagen. Los cuatro infinitos juntos emiten un flujo celular a la vez que omiten al resto de números. Listos en formación, dispuestos para el baile, preparados para la lucha. Reconcentrados en sí mismos, cada infinito es un ser humano que se mira a un doble espejo: el de la tierra y el cielo.


IV

Las cavilaciones no cesan tan rápidamente, entender que todo tiende al infinito no entra  con facilidad en la mentalidad de cualquiera. Me gustaría que fuera una nana para dormir eternamente, el eco de una canción hermosa que no tiene fin, seguir el circuito cerrado con los ojos cerrados. Mientras, luchamos y bailamos sin cesar.

V

Crearé un flotador con su forma, divina para acoger dos cuerpos sobre las olas.


VI

Aunque el tiempo parece ser infinito,  el infinito es la anulación de la Historia, o su culminación. Nosotros -pobres mortales- no podemos escapar de la tiranía del reloj y sus horarios. El tiempo va a toda hostia, a la misma velocidad que gira la tierra en torno a una estrella de la vía láctea. Hasta que te llegue una voz y te susurre que sí, que no te preocupes, que el tiempo está en tus manos.

Esa voz es la conciencia del mundo, ese murmullo que derrota al tiempo y al espacio con un sólo verbo: ser/estar. La velocidad y  el todo no tienen la mayor importancia en nuestras vidas porque son elementos indispensables para que se produzca y reproduzca la vida tal y como la conocemos. Por lo demás no debería afectarnos. Apenas percibimos la velocidad y el todo.


VII

Creo que el infinito es una llave maestra que permite conectar y desconectar con la realidad, la llave que te posibilita a abrir y cerrar las puertas del mundo. El infinito es sólo una puerta de doble entrada y salida que puede ayudarte a coger las riendas -o soltarlas- de cualquier circunstancia. El infinito es la bestia sobre la que cabalga dios.

Lo que importan son los enlaces de las partes, los engranajes, los eslabones, -me decías. En el momento en el que uno se rompa, dejará de ser infinito. A no ser que sea un organismo vivo y sea capaz de reproducirse, como el rabo de una lagartija.


VIII

Aclaro, para los neófitos en la técnica del grabado, que cada estampa es producto del trabajo en los  talleres especializados de la escuela  Arte 10. El noble arte del grabado y la estampación sobrevive a duras penas dentro de los planes educativos de grado superior. Es, por tanto, un oficio enfocado principalmente a la producción artística, cuya salida laboral es prácticamente nula.


IX

He aquí  pues estampas originales de las cuales me siento harto de orgulloso y que pongo ahora a vuestra disposición. Sí. Sudé sangre hasta poder materializar las imágenes que perseguía y tiempo después me embarga aún la calidad de los resultados. Lo conseguido con el trabajo duro y concienzudo, ya se sabe, se convierte en sagrado. Es un decir.

Y aunque tenga un precio, sagrado sigue siendo. Seiscientos euros son pasta para el común de mis colegas, pero una ganga para coleccionistas, no digamos para jeques árabes u otros entes. Entes porque no creo que llegue a conocer a alguno en mi vida. ¿Pondría mi obra en sus manos? -me pregunto.

El arte ha sido una ejemplar lavadora para el dinero negro, claro que, debes antes tener una  marca, una firma, un caché. Todo depende de un buen crítico de arte, y de un convenio que abra con un galerista, comisario o curator mediante. Esta santa trinidad decidirá el curso de tu carrera, en el supuesto que se produzca. Aquí, en casa, todo es más sencillo y fácil, no digamos más real.

El infinito es ese nudo del razonamiento que divide la unidad, la enfrenta a sí misma. El infinito es la contradicción encarnada en un signo.


X

Debo trabajar otro noble arte, el del desprendimiento, así que escucho otras ofertas. Debo trabajar el vil arte del comercio para salir adelante con un tipo de economía -sumergida- bastante coherente con mis salidas laborales. Yo que asisto cada día a la oficina de empleo en mi cuarto y me digo: - Dame trabajo; que ya me pagarás, bandido. Aunque sea en la otra vida, al otro lado del infinito.



Wednesday, 21 November 2018

LA ESPIRAL QUE DUERME A MI LADO (y otros correlatos)






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Ficha técnica

Título: Espiral durmiente
Año: 2017-18
Técnica: Grabado Calcográfico  (Fotopolímero) y  cosidos.
Medida plancha: 1 matríz de fotopolímero, 20'5 x 18'5 cm.
Medida papel/ tipo: 22'5 x 27'5 cm. / Canson Edition 250 gr.
Edición: Sin editar / Ejemplar único
Estimación económica: 170 €
Autor: Carlos Medel Redondo



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La espiral que duerme a mi lado es un torbellino de vida. Formada por los carbones calientes de una gran fogata protegida por una malla digital, la espiral respira como una santidad.


Vinieron después los hilos y los nudos que no se ven. Trazaron las fronteras exactas, perfectas, dotadas de bellos espacios de convivencia por donde corretean, aún hoy, multitud de besos y caricias. Los nudos de la carne se desnudaban con el habla, y así dices a todo que sí. Eso sí: el habla pausada, el tono es crucial. Entablar el habla con música de fondo, de tu fondo, de tu interior. Desarrollar el sentido musical interno vino a ser una estrategia de entendimiento social justo cuando el desentendimiento emitía su voz más alta y estridente.


Y pudo ser que se consiguiera la tregua eterna en el mundo sensible. Y pudo ser que el entendimiento poblara la tierra, que la inteligencia humana hubiera triunfado sobre lo peor de nuestra conducta atávica. Toda huella de salvajismo pasaría a ser una  oscura efeméride. Es como si por fin se encauzara la vida como una forma inteligente de transmitir armonía a todos los órdenes. Corriera el agua por acequia de mármol. 


Es de lamentar que por las acequias también corriera mucha sangre. Según la historia lo demuestra, seguirán produciéndose infinidad de asesinatos, crímenes, atentados, violaciones, decapitaciones y su largo etcétera. El mal no podrá borrarse de la faz de la tierra, no es un maquillaje o una operación de estética. El mal nace de las profundidades de la tierra y del adn que compartimos con todo bicho viviente. 


El meollo de la cuestión estriba en cómo combatir el mal general, minimizarlo con la cooperación social; y aparte -y junto-  está el otro mal, el propio, y de cómo convivir con él. En mi caso, como podéis ver, mi mal lo canalizo -o eso intento- hacia el arte, y es por ello, paradójicamente, como el impulso del mal desentierra al bien. Es una extracción mineral. 


Parece que he querido exhibir mi capacidad para destripar al mal, es pura apariencia, os aseguro que son simplezas, pamplinas. El verdadero mal siempre aparece y actúa a gran velocidad. Como el ataque de una serpiente, de un felino, de fiera hambrienta. Otros males devoran lentamente, es un mal peor aún. Mejor no toco nada más, a ver si el monstruo va ha despertar con insaciable voracidad. No tentar a la suerte es la única forma de vencerla. La suerte es otro mal de nuestro tiempo. Creemos en la suerte porque por suerte estamos aquí. ¿Estamos tontos? ¿Esperamos a que la espiral despierte para salvarnos? ¿O sólo somos ratones de laboratorio que soñamos con futuros experimentos?




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Tuesday, 20 November 2018

PIEDRA PENSANTE (y sus proyecciones naturales)



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Ficha técnica

Título: Piedra pensante
Año2016 (intervenida en octubre de 2018)
TécnicaGrabado Calcográfico  (Fotopolímero) y cosidos
Medida plancha: 1 matríz de fotopolímero, 11'5 x 18 cm.
Medida papel/ tipo: 16'5 x 22'8 cm. / Canson Edition 250 gr.
Edición: Sin editar. Prueba de estado intervenida/ Pieza única.
Estimación económica: 140 €
AutorCarlos Medel Redondo



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I


Hace años visité la lejana playa de Las Catedrales -allá en el extremo norte de España- para sanarme de un mal de amor. Un gran amigo me llevó hasta allí; me indicó el lugar y me adentré en él para enterrar ese mal, conmigo dentro. Cambié de estado, de forma, de persona, de profesión. Era la única salvación: la metamorfosis. Pero no fue tal, fue más bien una operación médica y mágica, por no decir una experiencia de iniciación mística, cuya finalidad es la regeneración. La naturaleza siempre ha demostrado su eficacia en asuntos del cuerpo, del alma, del corazón.

Allí pasé horas, hasta que pude reencarnarme en dos piedras elegidas con absoluto amor. Apoyadas en el hueco de una gruta quedaron ambas piedras depositadas en equilibrio, como un ídolo religioso, como una virgen, como un santo o un cáliz en el interior de un ábside abrupto y pulido por las aguas de la marea.

La imagen final, la que aquí os muestro, es el resultado de todo aquello y su activación actual mediante los cosidos. Los hilos unen los extremos de la gruta con los límites de la figura. La figura, formada por la superposición de dos piedras de formas básicas  -óvalo y triángulo- entraña ese misterio que medio desvelo. La fórmula ha sido encontrada al azar en esa representación  antropomorfa gracias a unos principios de minimalismo primitivo. Minimalismo para vaciarnos, para simplificarnos; primitivo, para volver a la naturaleza y a la inocencia. Y no aspiro a mayores sabidurías.


II

Quise titular está estampa intervenida de otro modo. Grial pagano (o la piedra filosofal), era su título original. En consecuencia escribí un par de párrafos que rescato para la ocasión de las garras del tiempo. Mañana tal vez me arrepienta y vuelvan a ocupar un lugar perdido en la memoria de mi portátil.

"Aún heredera de la tradición cristiana, nuestra sociedad tiene tics de un viejo paganismo. Somos legión los que salimos a bares, clubs, pubs, discotecas, salas, bodegas, tascas, garitos, antros y demás santos lugares donde pasamos horas, como en pequeños templos que se ensanchan en territorios líquidos donde la inteligencia humana halla islas y naufragios. Sean de la condición que sean. El beber hasta la ebriedad era y sigue siendo una costumbre bárbara totalmente integrada en supuestas sociedades civilizadas.

A la par, y en otros tiempos,  en toda la cuenca del Mediterráneo el jugo de la vid era destinado a la gente pudiente, y entre los pobres era un elixir codiciado. Quiero entender que el alcohol, al menos en la Europa occidental, ha sido un ingrediente extracultural depositado en nuestra sangre. La razón se turba en locura, y la locura en otra cosa innombrable que ensalza al hombre sobre su miserable destino. Menos mal que nos salva la certeza de la piedra, esa resaca serena que absorta se piensa y se cree conectada a todo."



Monday, 12 November 2018

EL ARMA DE LA PALABRA (fuego a discreción)








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Ficha técnica

Título: El arma de la palabra
Año: 2017
Técnica: Grabado Calcográfico  (Fotopolímero)
Medida plancha: 1 matríz de fotopolímero, 20'5 x 18'5 cm.
Medida papel/ tipo: 22'5 x 27'5 cm. / Canson Edition 250 gr.
Edición: Prueba de estado/ Ejemplar único.
Estimación económica: 170 €
Autor: Carlos Medel Redondo



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I

Entiendo que la perspectiva es algo así como la representación de la realidad desde un ángulo determinado, bajo el cual se mira, se forma la idea y dimensión de las cosas y se opina. Todo debería ser mirado desde otro ángulo, desde otro sitio. Es una responsabilidad cívica y un principio de convivencia básica. Pero es imposible, los medios son cada vez más parciales, y la imparcialidad es un rasgo que cada vez menos  intelectuales y gentes de bien mantienen. 

El sistema ha creado una democracia a su medida, unos consumidores y votantes a su medida. Todo funciona a la percepción, salvo que hay pobres. El sistema también se encarga de ellos con la naturalidad que son tratados los desechos. Los aniquilan, los esconden, los dejan a la deriva, los encierran, los dejan sin voz. Si aparecen en los medios de comunicación es más para insuflarnos temor y pánico que como consecuencia de un mal que nunca se analiza en profundidad. La reacción a esa realidad es la parálisis. Y así, acelerando el ritmo de nuestras horas, no queda tiempo para pensar con claridad. Salvo en uno mismo, y tampoco gusta. La mitad de la población es incapaz de pensar más allá de su ombligo, por eso  votan con inercia a la cara que le inspira mayor confianza. O asco.

Sin embargo hay que tener perspectiva, sobre todo de futuro. Es lo que se suele decir, y a decir bien habría que mirar primero al pasado para tomar perspectiva y afrontar el futuro. A no ser que seas o te hayas convertido  en una alma cándida manipulable, en un iluso, en un torpe e indocumentado especimen que si no vocifera a las primeras de cambio y se le da la razón -como a los tontos o a los tiranos- utiliza la violencia, sea del tipo que sea. Eres el más honesto y bastardo de los tuyos, sí, y encima te crees gracioso. Manda cojones. Dime si no es para emplear un arma, un arma llamada palabra, que bajo una mira telescópica acierte en el corazón de tu vulgar y cretina sinrazón.

II

He querido que la letra F sea ese arma. Es un símbolo del mundo presente. Por la tragedia que supone vivir en un planeta en constante guerra -y supuesta paz-, y la situación de atraco que vive la clase trabajadora, a la cual le han levantado la cartera y hurtado su identidad. La F de Fuego queda encarnada perfectamente en el símbolo de un arma de fuego que apunta a todo borrego, tarugo o mangante. Dispara palabras con F: Fenomenal feo. Fuera fulano. Frente fullero. Fácil fin. Funesta forma. Figura informe. Filisteo infame. FanmFamnFamn.

III

Estoy plantado frente a un campo de batalla -desierto en apariencia- bajo el cual hay un buen número de restos humanos, entre los que estoy buscando mis huesos, mi cartera, mi nombre.

Nombrar algo es reconocerlo, inaugurarlo, hacerlo real. Empezar a nombrarlo es siquiera un balbuceo esperanzador. Ojalá el mundo y la clases trabajadora vuelva a recobrar las palabras que nos chulearon. Entre ellas Popular, Comunitario, Liberal. Si damos por fenecida la nomenclatura del discurso no tendremos otro remedio que reinventarlo. Tal vez haya que aprender a asumirlo y cambiar de nombres. Ese cambio, real y no fantasmal, es al que aspiraron todas las fuerzas de izquierdas durante todo el siglo XX. Dispersas en mil nombres provocan la confusión. Frente popular de Judea, dixit.

El socialismo comunitario viene a ser parecido, pero nunca lo mismo. Socialismo me gusta, pero también pertenece a la Historia pasada y en su nombre encierra ya el cadáver de cien guerras. Tendremos que tomar otra perspectiva del asunto, y dejar de lado nuestra zona de conford en aras de beneficios mayores. Contemplar a largo plazo (eso sí que requiere una mira telescópica) es una perspectiva acertada que nos aclara el rumbo de nuestro devenir y la urgencia de las medidas a tomar.

La política me apesta, pero debo limpiar las cloacas de nuestra sociedad, al menos para la tranquilidad de mi conciencia burguesa. Coged este arma, estimados y escasos amigos, y fusilarme sin piedad. Espero vuestras balas. 

IV

El arte político nunca me interesó. Hasta ahora, que no sé aún ni cómo ni de qué manera llevarlo a la practica. Terminará siendo un suicidio, un tiempo perdido para nada, para que todo siga siendo igual. Día tras día seguiré  disparando contra el tumultuoso vacío del mundo, contra esta pantalla repleta de letras que apuntan al prójimo pero que presionan mis sienes con el cañón caliente y un aliento a suciedad que susurra a tu oído: pronto caerás.

Friday, 9 November 2018

LA UNIÓN HACE LA FUERZA (y la razón de los afectos)









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Ficha técnica

Título: "La unión hace la fuerza"
Año: 2017
Técnica: Grabado Calcográfico  (Fotopolímero), tinta y cosidos
Medida plancha: 1 matríz de fotopolímero
Medida papel/ tipo: 20'5 x 29'5  cm. / Canson Edition 250 gr.
Edición: Prueba de estado
Estimación económica: 220 €
Autor: Carlos Medel Redondo



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Bajo el prisma de un color morado veo las tierras calcinadas. Los ladrillos que sirvieron para limitar la fogata son reutilizados para formar una U invertida. A modo de gigantesco  imán actúa sobre mí. Así lo he planificado. Otro gigantesco imán, dibujado digitalmente, mira al cielo, a quien nunca podrá atrapar, pero a quien pregunta y clama. 

Esa aspiración de Unión o fusión de cielo y tierra, de fuego y agua, de opuestos y complementarios, esa Unión digo, hace la fuerZa. Esa es mi misión: unir, como el cemento, como el horizonte, como el abrazo, como los afectos del corazón y del intelecto. Unir elementos y fundirme con ellos. Es un método para conocer -en su profundidad- y reconocer -en su totalidad- la tierra que piso.

De momento voy centrándome en la U. Me conformo con ello.  Hay sentidos e interpretaciones que se me escapan, pero veo abrirse -apenas esgrimidos- senderos ante mis ojos. Tal vez sea una antena que proyecte al cielo el discurso de la tierra, o un pararrayos que sirva para captar la energía eléctrica de las tormentas, o turbinas donde se arremolinan y filtran los vientos. Tal vez sea un altar extratemporal, o una primitiva arquitectura de una cultura por desvelar. Es lo de menos. Lo importante es  captar la calidad artística y discursiva de una representación mágica que potencia, redime, ensalza y cura el territorio herido de mi querida periferia de Leganés.


Thursday, 8 November 2018

DOS QUINTOS (en la cama del tórculo)







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Ficha técnica

Título: Dos quintos
Año: 2017-18
Técnica: Grabado Calcográfico  (Fotopolímero), tinta y cosidos.
Medida plancha: 1 matríz de fotopolímero, 27'8 x 13 cm.
Medida papel/ tipo: 34'5 x 50 cm. / Canson Barbizon 300 gr.
Edición: Sin editar / Ejemplar único.
Estimación económica: 250 €
Autor: Carlos Medel Redondo

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Con una matriz he realizado dos estampaciones sobre el mismo papel. Año y medio después he cosido encima. La imagen representa al número cinco, tumbado, girado e invertido. Un espejismo que pega la vuelta. Mi poca pericia y la urgencia hicieron que cometiera un error a la hora de estampar. Quedaron algo descuadradas, y aún así el resultado me convencía pero no me llenaba.

Esta semana, y continuando el proceso de creación en el que me encuentro imbuido, empuñé mis nuevas armas. Tras establecer una estrategia y un plan de ataque, he resuelto felizmente la estampa gracias al hilo. Mi corazón palpita con más ímpetu. Será el orgullo de haber cerrado el círculo, de poder ofreceros finalmente el espejo donde se entienden los números y sin querer se aman. 

Como en una escena de amor desnudo, el cinco y el dos se tumban, giran y encajan. Allí, en la cama del tórculo el amor es posible, -decías. Los dos sospechan que cada uno se encuentra en el otro y que se complementan a la perfección. Será una mañana cuando al retirarnos la sábana -el papel- veamos nuestras siluetas como las fulgurantes huellas de nuestro descanso, de nuestro sueño, de nuestro vínculo, de nuestra unión. 


Wednesday, 7 November 2018

MÁQUINA DEL TIEMPO (y otras fabulaciones)





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Ficha técnica


Título: Máquina del tiempo
Año: 2017-18
Técnica: Grabado Calcográfico  (Fotopolímero) y cosidos.
Medida plancha: 1 matríz de fotopolímero, 26'5 x 20'4 cm.
Medida papel/ tipo: 29'5 x 23'5 cm. / Canson Edition 250 gr.
Edición: Sin edición / Pieza única
Estimación económica: 200 €
Autor: Carlos Medel Redondo

I

Sigo experimentando con los hilos elegidos. Aquí he doblado el grosor de algunos y he superado (por la parte superior de la estampa) la superficie del papel en dos puntadas. Pequeños hallazgos o recursos que voy hallando con la práctica -únicamente-, sin documentación alguna. De momento no me hace falta, quiero llegar por mí mismo a esos hallazgos pero no descarto recurrir a tutoriales y demás monográficos y manuales. Sin embargo -y en primer lugar- debería preguntar a mi señora madre acerca del noble arte y oficio de la costurería.  

Siendo niño me enseñó mi madre a coser, un poquito, lo mínimo. Me sirvió para coserme algún botón y para hacer pequeñas talegas donde guardar y llevar mis canicas. Recuerdo una roja con total cariño. Como si la tuviera en mis manos. Qué cosas. Me recuerdan que sigo siendo un niño, un ser más que pertenece a una vieja especie de homínidos caracterizados por una singular manía: garabatear. 

Seremos hombres y mujeres de treinta, cuarenta, cincuenta, sesenta años; o más. Lo somos; y aparte, somos niños y niñas , llevamos nuestra infancia encima para ser mayores; llevamos encima  a nuestros seres queridos, estén entre nosotros o no. Lo llevamos encima, y no como una carga o mochila, sino como unas alas que nos elevan e impulsan nuestros comportamientos hacía una convivencia cuyo entendimiento sobrepasa edades y mentalidades. Dicho así suena a discurso ñoño que no se cree ni dios. Tampoco es lo que pretendo, que conste, solo aspiro a expresarme y a compartir nobles y bellos pensamientos. El resto es cosa vuestra, estimados y abnegados amigos.

II

La máquina del tiempo queda en vuestras manos. No hace falta ninguna fuente de energía ni ningún manual para ponerla en marcha. Sólo tienes que mirar, con suma atención. A los dos minutos se activa por control remoto esta singular máquina del tiempo. Imán de tres cabezas apuntándote, llevándote a su terreno. La pirámide central, tanto de lo mismo. Todo ha sido medido con medios pseudocientíficos, las coordenadas quedan unidas formando campos magnéticos, lazos

Parece que todo está estudiado para atraparte. Y así ha sido. Te llevan tierra dentro. Los tejidos, hilos de varios colores, han sido trazados por una concienzuda araña con ayuda de Spiderman. Con todo queda diseñado un campo de fuerzas que tensiona la materia y comprime el tiempo. Nada más ambicioso que mi cerebro buscando patrocinadores para llevar esta máquina del tiempo a gran escala. Que pena que todo sea otra fabulación sobre una imagen, otra gran mentira de alguien que siempre dice la verdad.

FURGÓN DEL FUEGO EXTINTO

    *   cadáver carcasa esqueleto cuerpo calcinado en óxido enmohecido tejido de la ceniza abrigo del fuego consumido.   *   yelmo casaca ...